jueves, 21 de marzo de 2024

274. El indiscreto encanto del placer ajeno o “Escenas de la vida en provincias”.

Esta narración tiene dos partes: la primera en el siglo XX. Transcurre en un ómnibus de pueblo e intenta ser una versión libre de un capítulo de la Comedia Humana de Honoré de Balzac. La segunda, trata jocosamente algunos personajes de la Divina Comedia de Dante en el siglo XIV. Ambas son obras de dos grandes de la literatura mundial: Balzac lo humano y Dante lo divino. No es más que una distracción literaria sin otro propósito que hacer sonreír, y pensar, al lector. Por Romel H. Zell.

Para aquellas/os que se consideran librepensadores les recomiendo Eloísa - Wikipedia, la enciclopedia libre.  “… nacida alrededor de 1,092 (2) y fallecida en 1,164 fue una intelectual de la literatura francesa de la Edad Media,…  las cartas de Abelardo y Eloísa se consideran el monumento fundador de la literatura francesa de finales del siglo XIII. La vida de Eloísa fue una de las más novelescas, constituyéndose de este modo en la figura legendaria de la pasión amorosa que sobrepasa el amor cortés,…”. 

La Comedia Humana. Me gustaba, gusta, esa mujer. Era, es, mi tipo. No era, es, hermosa, ni siquiera bella. Normal. Trigueña: encrespado el pelo, - corto, largo, ensortijado: según la moda-, entre 33 y 38 años; plena madurez física, sexual y mental.  Ni demasiado joven ni habiendo corrido tanto mundo que lo sabe todo antes que abras la boca: todavía con ilusiones, pensaba.

No muy alta ni muy pequeña: 1.55 a 1.65 más o menos. Piernas largas, bien torneadas, - las que me sacan de quicio -, que nacían o terminan, - según se mire -, en nalgas firmes, redondeadas, ni muy grandes ni aplastadas.

Reconozco que sus ojos no eran, son, los que más me agradan: negros, pequeños y sí, reidores, en ocasiones inquisitivos. Los prefiero más grandes, pardos, serenos y dulces, - como los de mi mujer -, pero aquellos no estaban mal dentro del conjunto. De boca atrayente, ni bembona ni una raya. Me agradan más los gordezuelos, pero sólo sin mácula es el Señor.

Sobre todo, el perfume que usaba, usa: una locura sentirla pasar cerca. No en exceso; ni falta que hacía, hace. Lo justo para quedarse poseyéndote todo el día. No era Chanel, ni Givenchy, el que gusta a mi mujer. Era, es, perfume de brujas, de embeleco, de locura. Senos que resaltaban su pecho, pero ni demasiado grandes ni demasiado pequeños, vaya: lo justo para ser amados.

La veía todos los días, al menos una vez: por la mañana al ir al trabajo ella o cuando regresaba de él. Cambiaba de vestir y de peinado con frecuencia, pero nunca de perfume. Siempre con gusto: ropa ajustada que destacaba su figura, sin ser exagerada.

Éramos, somos, vecinos cercanos de la primera salida del bus y, por tanto, tenemos asientos para escoger. Modosita, se sentaba cerca de la puerta trasera, sola, aislada. Como debe ser. 

Disfrutaba discretamente de su presencia, lo hacía un poco hacia atrás de ella, pasillo por medio, solo también, como corresponde a quien quiere dedicar su tiempo y atención a lo que le interesa y no a conversar de fútbol, o del tiempo. Me recreaba observándola con discreción, creo, pues casi siempre hay otro que también ve, analiza y valora.

Tardé algunas semanas en darme cuenta que algo estaba ocurriendo ante mis ojos, aunque bastante más en encontrar qué, quién, era.

En la siguiente parada del bus subían seis o siete personas. Mayores que iban al hospital y jóvenes para su trabajo. Todos conocidos, como es normal en un pueblo y, como también usual, intercambiaban saludos, noticias y chismes entre los pasajeros.

Una chica simpática, de veinticinco a treinta, de risa fácil, no muy llamativa, acostumbra sentarse delante de mí y entablar conversación, pasillo por medio, con un joven agradable, de barba cerrada que, ¡Oh, desgracia!, se situaba detrás del objeto de mi atención. Naturalmente, saludos y sonrisas normalitas van y vienen entre los viajeros, más entre unos que entre otros, según el grado de intimidad y los años de amistad: nada fuera de lo común, pensaba.

El chico, como atrayente que era, bromeaba con todos, especialmente, con todas. Agradable, sin pasarse. Su preferida para chistes y conversaciones intrascendentes era la joven que, con inteligencia y habilidad, pasillo por medio y transversales, intercambiaba informaciones y ligeros piropos entre ambos.

Ella miraba de reojo a la chica, - sonriendo como el perro con la boca picada por una abeja-, prestando atención a lo dicho entre ellos.

Así, día tras día, hasta que, poco a poco, me di cuenta que había algo más que simple amistad entre mi elegida y su compañero de viaje.

Nada llamativo: sólo una sonrisa fugaz, capaz de derretir un témpano por parte de ella al él abandonar el bus, o unas breves palabras, dichas en voz muy baja y apresurada que delataban, al observador atento, una relación más profunda.

¡Joder! Menudo tonto de mí. De todas formas, la observación adquirió una nueva motivación: presenciar un capítulo más de La Comedia Humana.

La divina Comedia: Dante la creó hace más de setecientos años, dedicando catorce a escribirla. Inspirado por su amor a Beatriz, - joven que muere a los 20 años, la que sólo vio en tres ocasiones y con la que nunca intercambio palabra. Está clarísimo que el tío estaba un poco ido y totalmente enloquecido por la chica. Para más inri, Beatriz encarga al poeta Virgilio que la conduzca durante su viaje iniciático por el Infierno y el Purgatorio, reservando para ella el Paraíso, donde le llevará hasta la presencia del Señor. (inri: significa "Jesús de Nazaret, rey de los judíos").

Desde luego, Dante (1,265-†1,321) toma justa venganza contra sus enemigos personales y de la patria que anhelaba: la Italia unificada, separado el Estado de la Iglesia y, por si fuera poco, una Europa unida bajo un emperador culto y capaz. ¡Que viejo es el anhelo de la Comunidad Europea y que tontos son los Hombres en pensar que otro, igual que ellos, será capaz de conducirlos siempre!

Estudió los hombres y mujeres, sus virtudes y defectos. Los agrupó según su grado de pecado o pureza y los colocó en uno u otro de los nueve niveles del Purgatorio, el Infierno y el Paraíso.

Como vemos, estaba equivocado además de un poco flojos los tornillos.  Hombres y mujeres no son una sola cosa, blanco o negro, puros o impuros, santos o pecadores. Todos tenemos un poco de todo: en un momento héroe; en otro villano, siendo los mismos.

Algo parecido hizo hace doscientos años Honoré (¿Honorato?) de Balzac, - (1,790-†1,850) solo que más cercano al mundo real y, en especial, a la sociedad francesa posterior a la Revolución. También estudió la vida y actuación de mujeres y hombres: sus vicios, defectos y virtudes, pero no en razón de sus pecados, sino por sectores.

Balzac no recorrió al Purgatorio, Infierno ni Paraíso: le bastó el medio social en que vivía: la ambición de poder o de riqueza, la avaricia, la mezquindad humana en todas sus facetas. Se propuso hacerlo a través de noventa y una novelas que escribió y las cuarenta y seis que esbozó con las que se proponía terminar el estudio completo su sociedad lo que, por suerte, con perdón de escritores y admiradores de Balzac, La Parca le impidió. 

El conjunto de su obra comprende más de dos mil quinientos personajes y obras tan trascendentes como Papa Gorriot, Las ilusiones perdidas, La piel de zapa y Eugenia Grandet. Analizó críticamente la vida parisina, provincial, privada, política, militar y campesina en sus reales términos; sin falsas glorias y cruda realidad. Como vemos, no ubicó sus protagonistas en Infierno, Purgatorio y Paraíso, sino en el diario quehacer.

Curiosamente, también tuvo su Beatriz. En 1,832, comenzó una larga correspondencia y relación con una admiradora: nada menos que condesa y polaca.

Balzac ya no era un niño, ni siquiera un jovenzuelo. Mucho mundo había corrido a sus 33 años, pero el amor es el amor y más a la distancia, aunque algunos contactos aislados mantuvieron en vida del santo esposo.

Balzac estaba en la más completa ruina, - escondiéndose de cuanto deudor lo acosaba por su fracaso como editor, cuantiosos gastos, lujos y mujeres-, y ella era de la más rancia nobleza. Nada: la pareja ideal.

La señora condesa prometió casarse con el gran escritor realista ¡cuando muriera su marido!, cosa que ocurrió 9 años después de iniciada la relación, es decir, con 42 añitos el buen Honoré. Pero, para mayor gloria y luz de este ilustre amor, no se casaron hasta después de otros nueve años, por lo que ya Balzac tenía 51 primaveras. Como ven, el amor no entiende de edades ni de tiempo, pero la Vida es muy curiosa en su forma de proceder, diría que irónica, pues se casaron en marzo y Balzac murió en agosto.

El hombre que fue capaz de crear más de 2,500 personajes, escribir un ciento de grandes obras y dejar pendientes otro tanto. Que retrató con veracidad la sociedad de su época desde antes de la Revolución Francesa hasta las turbulentas rebeliones populares de 1,848, no percibió que le faltaba un personaje fundamental a su gran obra: la pura relación entre los seres humanos, al margen de los intereses, las mezquindades, ambiciones y traiciones. Faltó la vida de una pareja, que completaba realmente la Comedia Humana: la suya.  

Como ven, el interés de un hombre por una mujer y a la inversa, va mucho más allá de lo simplemente racional, material o económico.

Desde luego, hace rato que sé tienen una pregunta en la punta de la lengua, esperando que concrete el tema: ¿por qué, si te agradaba, agrada, tanto y descubriste que no era una monja de clausura ni cosa parecida, por qué no la enamoraste?

La pregunta es válida y sencilla, pero la respuesta requiere alguna explicación. Según mi esposa y muchas de mis amigas, tengo facilidad para relacionarme con las damas, soy agradable, atento, cortes, culto y físicamente interesante. Todas estas cualidades facilitan que las relaciones personales pasen de la simple amistad o conocimiento, a algo más íntimo.

Estas facilidades están limitadas por tres factores importantes: una, que durante mi juventud fui un solitario, apenas con relaciones femeninas, metido a tratar de cambiar el mundo, pensaba que para mejor: pasó el tiempo en que esas relaciones se podían establecer con facilidad, naturalmente, como hacen los jóvenes.

La otra es que amo a mi compañera desde hace muchos años, que no me gusta mentirle y, cuando lo hago, ella lo descubre nada más que mirándome a la cara, pues todavía me sonrojo como un muchacho de 15 cogido en la mentira.

La última, para ser totalmente sincero, es que tengo 79 años: ¿Se imaginan la cara de ella si me atreviese a decirle, nada más, que un pequeño requiebro?

La trompetilla todavía estaría escuchándose. Por ello, sigo mirando, que no es lo mismo que ver, disfrutando del fruto prohibido para mí, no para otros, que sí lo pueden saborear y que lo disfruten, mientras puedan.

Dicho lo dicho, debo confesar que, a ratos, me corroe la duda cuando recuerdo el refrán: “En todo momento es mejor arrepentirse de lo que he hecho o he dicho y no quedarte con la interminable pregunta: ¿Qué habría ocurrido si hubiese hecho; si hubiese dicho?”

Para leer sobre mi tumba.

Oh Madre Tierra, escucha:

te devuelvo una vida que no supo

de miedo ni esperanza, ebria de lucha;

en la que todo cupo,

y a la que nada humano le fue extraño.

Si la tocó el dolor, es cuenta mía;

Yo quiero ahora recordar tan sólo

la dulce plenitud de cada día:

la cópula del sol y la gota de agua

que en la punta de una hoja tiembla, pero no cae;

el rojo terciopelo de la fragua

cuando ya el fuego muere, terminada

la ciclópea jornada;

de la parda cebolla la cáscara iridiscente,

y el rostro bueno de la humilde gente.

Todo esto vi, todo esto amé, todo esto,

¡Oh Madre Tierra, escucha! - todo esto fue mío,

y mucho más también. Si hoy, en el gesto

con que te lo devuelvo, no hay desvío

ni pesar, tú no pienses que es por no haberlo

(amado:

es porque sé mi plazo terminado

y me hundo en el no ser sin miedo ni esperanza.

 

No hay Dios, no hay otra vida

sino ésta de la carne, y no le alcanza al

al hombre lo que de él en tus retortas

puedas hacer después. El hilo cortas

del pensar y el sentir, cuando, vencida

nuestra hora, nos llamas,

y ya nada nos toca. Tú sí amas

tu obra: por igual, uno por uno,

la misma paz a todos. No juzgas a ninguno:

para ti somos algo con que hacer otra vida,

y nada más. Un poco de material humano,

no demasiado bueno para hacer un gusano.

 

¡Oh Madre Tierra, escucha! Tú me diste

ese viejo afán mío de avasallar las cumbres,

y por eso, quizá, fui un poco triste.

Ahora ya no importa. Ya las lejanas lumbres

de los astros no vibran para mí como un grito

de ingente desafío: no habré de conquistarlas,

pero no importa. Escucha:

ahora yo también soy un poco el infinito.

 

Te devuelvo mi vida, ebria de lucha.

Gracias por todo: fue una buena vida.

Y si con este material humano

formas el cuerpo fofo de un gusano,

o los pétalos blancos de un narciso,

u otra vida, talvez, como mi vida,

me es igual. Ya mi hora está vencida:

en él no ser me hundo sin un grito,

y soy al fin un poco, - ¡también yo! – el infinito.

 

De Cunda y otros poemas, La Habana, Cuba. 1,962 AÑO DE LA PLANIFICACIÓN. Poema de Rosa Hilda Zell y Peraza, (1,910-1,971). Murió en La Habana, a las 05,00, al ella retirar el oxígeno que la mantenía en vida artificialmente.


Mangoconarroz, https://mangoconarroz.blogspot.com/ - Boletín Informativo Internacional, - es parte de una trilogía de blogs, cada uno con un objetivo y contenido diferente: éste evita los comentarios políticos partidistas. Se centra en recopilar información interesante de Ciencia y Técnica, Social, Internacional, Alimentaria de diferentes fuentes, así como temas actuales de salud.

Mangoconarrozdos, https://www.mangoconarrozdos.blogspot.com.es/ - alterna un Personaje público histórico, literario, etc. con un cuento de cualquier país; una receta, las virtudes y características de algún alimento; notas sobre salud, poesía, literatura.

Mangoconarroztres,  https://mangoconarroztres.blogspot.com/ - publicará un cuento, tema histórico, poesía, arte y similares.

Se publican, preferentemente, los viernes de cada mes. Los tres se hacen sin ánimo de lucro. No percibimos ingresos por ellos.

free counters

Si desea leer el texto completo debe ir al vínculo que mostramos en el tema. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son del Editor. El sentido de (…) y de… es indicar que se ha condensado la obra original. Los comentarios entre [] son del Editor. Nuestro boletín es posible por los servicios gratuitos de diferentes empresas internacionales de comunicación, los Alertas de Google, BBC, Xakata, VOA, DW, Swissinfo, ARTE.tv y otras fuentes en las que confiamos. Gracias.


viernes, 24 de noviembre de 2023

273. Amor.

Amor.

                    Por Romel H. Zell.

-Va por el 205. Todavía nos falta un poquito. No te apures que es temprano. La voz venía detrás de mí. Por el tono, parecía de una mujer mayor. Normal, ni estridente ni dulce. Normal. En ese momento no me llamó la atención. Estaba concentrado en la disposición de las pizarras que llenaban el local: ocho, pero era sólo para recepción, supongo que de documentos. lacomarcadepuertollano.com

En las otras siete, intercalaban claves y números que, supongo, correspondían a gestiones de diferente tipo. Un timbre más o menos discreto avisaba el cambio de número y la mesa que correspondía para la atención. Su sonido agudo posiblemente no lo captarían muchos de los ancianos presentes: ¡Clint!

Mi gestión era para obtener el cupón anual de transporte de la Comunidad de Madrid. La fecha imponía estar allí: viernes 28 de diciembre. Así que solamente quedaba laborable el 31, si no había huelga.

El amplio y cómodo local estaba lleno: personas mayores, algunas mujeres con niños, muchos de pie que,- como yo-, estaban recostados o sentados en el suelo esperando que alguno de los muchos asientos se desocupara, como me había tocado en suerte. La pierna me dolía, había caminado mucho y ya estaba inflamada. ¡Y lo que me quedaba todavía!

¡Clint! A-206.

¡Clint! R-10

-No eso no es para nosotros. Ya estamos cerca, volvió a decir la que suponía una señora mayor.

¡Clint! A-207.

¡Clint! A-208.

¡Clint! A-209

No. Todavía no te desesperes. Espera un momento. Esto va rápido. Verás que pronto nos toca a nosotros.

Aquello me convenció de la falta de orientación al público y su exceso. En lugar de pedir el abono por e-mail o correo había tenido que concurrir dos veces al Consorcio de Transporte, a 50 km de mi casa e invertido un día en cada viaje.

Creía haber ido preparado: el DNI de mi esposa, una autorización suya para pedir su abono, el dinero para pagar el de ambos, fotos: todo lo que se me ocurrió. ¡Pero los burócratas saben mucho más!

¡Apareció una planilla que ella debía rellenar con sus datos, firma y traerla junto con la autorización que previsoramente había hecho!

Además, debía ir al banco y ¡pagar en efectivo! el importe correspondiente de cada uno de los abonos solicitados. ¡¿Será posible?! ¿Pagar en efectivo, pedir recibo al banco? Pero, ¿en qué siglo viven? ¡Esta gente no ha descubierto la tarjeta de pago, la transferencia bancaria, Internet! ¡¡¡Siguen en la Edad Media!!!

¡Re-Dios! Era fácil explicarse la lentitud: las más de cien personas de todas las edades esperando, muchos “más mayores” con dificultades para oír, moverse, entender, como la persona que estaba preguntando todo el tiempo cuándo le llamarían. En estas reflexiones, sonó el timbre de nuevo:

¡Clint! R-11.

¡Clint! A-210.

¡Clint! A-211. 

-¡Que no cariño! ¡Que no nos toca todavía! No te desesperes. Esto va rápido y ahorita nos vamos para la casa.

¡Ahora si estaba interesado! ¿Por qué daba tantas explicaciones seguidas la señora, a quién se las daba? Con tacto,- disimulo-, traté de ver quién o quiénes eran. Por la derecho no podía, por la izquierda tampoco. No pensaba levantarme, porque era evidente que estaban detrás de mí y tendría que volverme para verlos. NO. No lo haría porque no deseaba pararme por la puñetera rodilla-pierna y su dolor.

La voz era dulce, en tono controlado, con mucho cariño dirigida a alguien que farfullaba algo que no entendía, muy bajo y estropajoso. Decididamente, tenía que ver quiénes eran. Simule un entumecimiento,- lo que no me costó gran trabajo-, me paré apoyándome en la garrota (bastón). Primero miré hacia un lado, después hacia otro y, por fin, hacia detrás de mí.

Efectivamente, ella era una mujercita pequeña, muy modestamente vestida, con gafas,- espejuelos-, y un sombrerito pequeñito también. No muy abrigada para aquel día del fin de diciembre, con 2ºC. (35º F), casi congelación en la calle. Él era el doble de alto que ella. Debió ser fuerte cuando joven. Ahora tenía gruesas gafas y estaba encorvado, mirando hacia todos lados, como perdido.

Bueno, la investigación no me dijo mucho. No entendía porque él preguntaba tan seguido cuando las pizarras lo decían todo. En la entrada, había una máquina que te entregaba un ticket para la gestión que fueras a realizar. El recepcionista te ayudaba e indicaba la letra que debías pulsar para que saliera el comprobante con el número. Todo sencillo, menos la aglomeración, el desgaste físico y mental de muchos de los presentes.

Algunos tenían concentrada la atención en los móviles: jugaban con ellos; otros, tenían el e-ebook y leían tranquilamente. El vecino mío lo hacía en uno normal, de bolsillo. No comprendo cómo podía leer esa letrica tan pequeña, pero él- como los otros-, no levantaba la cabeza nada más que cuando sonaba el puñetero ¡Clint! para saber los que le quedaban por delante.

Realmente cómodo. Así pocos miraban a la señora con una muleta: estaba operada de un pie por el tipo de zapato abierto que usaba. Se apoyaba en un carrito mientras su niño jugaba por la sala. Además de ella, había varias ancianas de pie, cazando el primer asiento que quedará vació.

Volvió de pronto, con total claridad, el recuerdo quemado en la memoria de 60 años atrás: la vergüenza que me hizo pasar mi madre cuando tenía 15-17 años: ella dio el asiento a una señora mientras yo me hacía el tonto.

No podía esperar que alguien ofreciera un asiento a la operada; el recuerdo me impulsaba a levantarme y ofrecerle el mío, pero realmente no podía con el dolor de rodilla. Hice de tripas corazón y aguante. Como es mi costumbre, me puse a estudiar la “manada humana”.

Había de todo, como en botica. Una parejita acaramelada en la esquina como si estuvieran solos en una isla. Un poco pasados de rosca, pero eso es normal en estos tiempos. En la Recepción, un viejo estaba dando un escándalo porque no lo atendían. La empleada con paciencia y educación, le indicaba que esa no era la ventanilla que él tenía asignada, ni tampoco su número. Al final, el hombre, refunfuñando, no convencido pero vencido, aceptó sentarse y esperar.

¡Clint! A-212.

¡Clint! A-213.

¡Clint! A-214.

No cariño. No es para nosotros. Tú tienes que venir conmigo cuando nos toque, por si hay que firmar algún papel. ¡No! ¡No te puedes quedar aquí! Vienes conmigo. La señora seguía hablando con voz controlada, en tono bajo, pero firme, imponiéndose a una voluntad que deseaba hacer algo diferente o no hacer nada.

En esa conversación oí el número que tenían: A-288. ¡Bingo! El mío era el A-287. Los vería de pie y, tal vez, podría comprender qué le ocurría al señor.

Aunque la atención y el lugar eran adecuados, para mí, absurdo lo que ocurría: por una gestión administrativa tan simple como comprar el abono anual de transporte había tenido que recorrer 100km, venir dos veces a este único sitio de atención, por último, volver a donde Cristo dio las tres voces y nadie le respondió.

Tres buses  dos metros: ¡Casi nada! ¡Y eso mismo lo tienen que hacer cientos de madrileños! ¡Absurdo! ¡Qué pérdida de tiempo, gastos innecesarios! Que ocurra semejante dislate no es sólo indiferencia, apatía administrativa es, además, impunidad ante la opinión pública. Desde luego, como siempre, me estoy metiendo donde ya no debiera importarme, pero todavía corre sangre por mis venas. No aprendo.

Volviendo a lo nuestro: siguieron llamando y continuó la señora calmando a su acompañante, hasta que llegó mi número: A-287. Me levanté con bastante esfuerzo, ya predispuesto a que me dijeran que faltaba o sobraba algo, aunque había traído ¡hasta el pasaporte!, por si las moscas. Fui a mi ventanilla caminando despacio, danto tiempo a que llamarán a la pareja del A-288, lo cual efectivamente ocurrió.

Ella resultó más pequeña todavía al lado de aquel hombretón ya decrépito y encorvado. Ahora vi claramente lo que le ocurría: Parkinson avanzado. Era todo un temblor el pobre hombre. Se apoyaba en ellas más que en la garrota y, sin pretenderlo ni darse cuenta, le hacía daño con su peso. No importaba: lo guio entre niños, parejitas, jóvenes indiferentes y ancianos perdidos, hasta su ventanilla, cercana a la mía.

¡Gran suerte! Ambos cumplíamos los requisitos administrativos. Nos aceptaron los documentos, el recibo, el formulario, esperamos un momento para que nos dieran nuestro abono y nos marchamos felices,- ella y yo porque él no se enteraba de nada-, para volver a nuestras casas. La mía a 50 km y, espero, que la de ellos más cercana.

Como soy curioso,- no cotillero-, quise ir al lado de ellos y ver hacia dónde se dirigían pero, como soy un inútil para el sentido de orientación, en lugar de entrar por la misma boca del metro que ellos lo hice por la contraria, con el resultado que los tenía en la acera del frente caminando lentamente.

Al verlos de esa forma, solos, desamparados, él dependiendo de ella, no pude evitar pensar en qué le ocurriría cuando no la tuviera a su lado, con su cariño permanente, su atención amorosa, su paciencia infinita… Foto: helvetia.zonalibre.org

Sin quererlo, me vi reflejado en esa pareja y en su amor. La tristeza me invadió al pensar en el inevitable futuro cercano, por ellos y por nosotros, pues mi compañera y yo tenemos sesenta años unidos. Sólo siento alegría y ganas de vivir a su lado. Sí, el amor es así: no importa el tiempo ni la belleza física. Mientras existe, merece la pena vivir, sino es por uno mismo, es por lo que amamos. Eso es amor.

Nota marginal: aunque tarde, hoy la situación ha cambiado bastante en este sector. Existen oficinas que atienden con cita previa sin estos problemas. R.

Autorizada divulgación: La narración está amparada por una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported. Se autoriza su divulgación por otros medios citando su título: “Amor”, autor; Romel H. Zell y origen: https://mangoconarroztres.blogspot.com/

Decadencia y Caída de casi todo el mundo 2.

PERICLES. Autor: Will Cuppy.

Pericles fue el más grande estadista de la antigua Grecia. Gobernó a Atenas durante más de treinta años, en su más glorioso período, desde 461, a.n.e, hasta 429 a.n.e. O, mejor dicho, gobernó el pueblo, pues Atenas era una democracia (1). Por lo menos, así lo afirmaba Pericles. Se limitaba a decirles lo que tenían que hacer. 1. Rigurosamente hablando, puede decirse que el Siglo de Pericles tuvo su fin en 430 a.n.e., cuando Pericles fue acusado de malversación de fondos públicos. Después de eso ya la cosa nunca volvió a ser igual.)

Foto: Busto de mármol, copia romana de un original griego, Museo Pío-Clementino de Roma. https://commons.wikimedia.org/wiki/

Pericles fue llamado el Olímpico debido a su sabiduría y elocuencia. Fue también apodado Cabeza de Cebolla (1) o Cabeza de Piña, pues la forma de su cráneo se parecía a la de una cebolla albarrana, hortaliza con forma de piña que abundaba por aquellas regiones. Los comediantes griegos han hecho muchas bromas acerca de la extraña cabeza de Pericles. Era el primer estadista que veían sin sombrero. 1. En nuestros tiempos también hay personas con esa forma de cabeza, pero no las llamamos Cabeza de Cebolla: las llamamos Cabeza de Melón.

Por parte de su madre, Agariste, Pericles pertenecía a la rica y aristocrática familia de los Alemaeónidos, de la que ya había surgido un buen número de estadistas. Se sospechaba que los Alemaeónidos traicionaban a Atenas en favor de Persia, y varios de ellos habían sido acusados de soborno y corrupción. Pero lograron ocultar bastante bien las cosas, gracias a que los demás atenienses estaban demasiado ocupados tratando de ocultar las suyas para poder volcar toda su atención en otros asuntos.

El tío de Agariste, llamado Clístenes el Reformador, se hizo famoso por haber sobornado al Oráculo de Delfos. Llegó a querer reformar las Leyes de Solón, lo cual demuestra lo inteligente que era. Solón era uno de los Siete Sabios de Grecia y un héroe nacional. A él se debió la legalización de los prostíbulos en Atenas.

Xantipas, el padre de Pericles, fue uno de los tres estadistas más notables de su época. Los otros dos fueron Arístides el Justo y Temístocles. Los tres alcanzaron fama perdurable al acusarse unos a otros constantemente de malversación y fraude (1)  e insultarse durante las elecciones (2). Finalmente fueron expulsados de Atenas como estorbos públicos, dejando así el campo libre a Pericles, quien estaba destinado a aventajarlos a todos en el arte de gobernar (3).

1. No puedo creer que Arístides el Justo haya robado ni la mitad de lo que decía Temístocles. ¡Tenía siempre un aspecto tan respetable! 2. Temístocles constituía un blanco fácil para las formas más rudas de la diatriba política, por no haber estado sus padres unidos en legítimo matrimonio. 3. Inmediatamente después, Pericles desterró a su rival más poderoso, Cimón, quien había adquirido fama por haber traído de vuelta a Atenas los huesos de Teseo, el exterminador del Minotauro, desde la isla de Seyros. Como Teseo era un mito, cuesta creer que tuviera huesos. No obstante, Cimón los traslado.

Pericles era un amigo del pueblo. (1) Quería tanto a su pueblo que le pagaba para que fuera a la Asamblea a votar, y el pueblo, por su parte, le tenía tanto cariño que lo votaba año tras año. No se puede acusar a Pericles de soborno, pues ¿qué culpa tenía él si la gente siempre lo votaba? Pero en otros aspectos Pericles era más bien tacaño con su dinero. Rara vez se le veía con un traje nuevo, pero nada le parecía suficiente cuando se trataba de los ciudadanos de Atenas, a quienes pagaba con los fondos del tesoro público.

Como el término democracia significa gobierno por el pueblo, los atenienses se reunían en la roca del Pnyx (2) y gobernaban. Pericles pronunciaba un discurso y a continuación los atenienses se desgañitaban apoyando la moción, hacían tratados y declaraban guerras; entonces Pericles terminaba añadiendo unos toquecitos finales para hacerlo más efectivo. Si todavía resultaba inconstitucional, se encargaba también de arreglarlo. Limitó el poder del Tribunal del Areópago, que estaba formado por un grupo de endebles ancianos que duraban indefinidamente y cuyas funciones se limitaban a declarar todo nulo o sin valor. Les permitió velar por los olivos sagrados de la Acrópolis. (3)

1. El ciudadano más pobre podía llegar a Presidente, aunque nunca se dio el caso. Puede que haya sido una simple coincidencia. 2. Se pronuncia “Pnyx”. 3. Revocó asimismo el derecho que tenían de censurar la vida privada de los ciudadanos. Ésta fue una acción muy fea de Pericles, pues uno de los pocos placeres que les quedaban a esos pobres viejos era el de poder atrapar a algún ciudadano haciendo algo indebido. Después tuvieron que empezar a usar la imaginación.

Nota del Editor: Todo lo escrito por Will Cuppy se ajusta a la realidad histórica comprobada. En sus notas al pie del párrafo es donde está la sátira, la ironía y muchas veces la verdad que no conocemos de los personajes históricos. Por su extensión y la complejidad de las notas al pie, dejaremos aquí el Personaje de Pericles, faltando casi la mitad del artículo de Cuppy.

Este libro está en la Red: si desea leerlo puede “bajarlo” gratis o con un pequeño pago que le será recompensado en sabiduría llana, simple, verdadera y risible.

Cómo surgió la letra cursiva (o itálica) y cuál es su uso... BBC Por Irene Hernández Velasco. La cursiva, junto con las MAYÚSCULAS y las “comillas”, es uno de los tres procedimientos básicos que se emplean para indicar que una palabra o grupo de palabras tiene un sentido especial. Algunos la llaman cursiva, otros la denominan itálica, hay quien se refiere a ella como bastardilla… Pero es siempre lo mismo: es esa caligrafía en la que los trazos están ligeramente inclinados hacia la derecha.

Por qué en español decimos buenoS díaS o buenaS nocheS en plural (y no en singular como las demás lenguas) BBC Leer más.

La incógnita de la letra H: ¿por qué existe si no suena? BBC Leer más.

Análisis del acuerdo climático de la COP27 y su impacto en la transición energética. Comparte en redes sociales: Por Teresa Monaco. Sábado, 11/11/2023  Versión para imprimir.

La reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como COP27, celebrada en Sharm el-Sheij, Egipto, logró un acuerdo histórico sobre financiamiento climático que podría marcar un punto de inflexión en la lucha mundial contra el cambio climático. Tras dos semanas de intensas negociaciones, los casi 200 países participantes aprobaron el establecimiento de un fondo para pérdidas y daños sufridos por los países más vulnerables debido al calentamiento global.

Avances en materia de desarrollo y sostenibilidad: Este avance podría ayudar a países en desarrollo a implementar proyectos de energías renovables y reducir su dependencia de combustibles fósiles, lo que a su vez tendría un impacto positivo en las tarifas de luz que pagan los ciudadanos. Con energía más barata y renovable, se reducirían los precios que aplican las comercializadoras de energía. Foto del local de reuniones.

Factores económicos del acuerdo: A pesar de las incertidumbres, si este fondo se implementa correctamente podría suponer un antes y un después en la carrera por lograr un sistema energético basado en las energías renovables, clave para mitigar el avance del cambio climático y garantizar un suministro eléctrico estable y asequible para las próximas décadas.

No obstante, existen dudas sobre el compromiso real de los países desarrollados con el cumplimiento efectivo de las contribuciones necesarias para este fondo. Será necesario que en la siguiente COP muestren avances tangibles para dar credibilidad al ambicioso acuerdo alcanzado en Egipto. De ello dependerá en gran medida que la transición energética mundial hacia las renovables acelere el paso que se necesita para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

teresa.monaco@community.papernest.com

[Nota del Editor: Si hubiera voluntad de cumplir estos Acuerdos y crear fondos para el desarrollo de fuentes no contaminantes y renovables, sería un gran paso de avance en la lucha contra el cambio climático. Realmente, no tengo la menor confianza en que esto se cumpla: son muchos los intereses en juego, tanto nacionales como internacionales.]

Esta semana, te traemos un documental en dos partes que explora la relación que mantenemos con nuestros cuerpos desnudos. De la historia del naturismo a la exaltación de la desnudez, ahondamos en un concepto tan tabú como omnipresente, ligado a las convenciones y a las normas sociales. ARTE.tv  Ver la serie documental

#xatakaletter131 nos ofrece este mundo:

1. Tempor velit ea exercitation El culebrón de la película Coyote vs Acme es el ejemplo perfecto para entender el drama que está viviendo la industria del videojuego [VidaExtra].

2.
Trabajar para morir. Una ex ejecutiva de Amazon tiene claro que trabajar en sus oficinas " 
era matarse lentamente" [El País].

3.
Hacking divertido. Mucho más que un tamagotchi para hackers: 
11 usos (legales) que puedes darle a Flipper Zero [Genbeta].

4.
Sobrecalentamiento útil. Uno de los grandes problemas de los centros de datos es su propio sobrecalentamiento. Cada vez hay más proyectos que buscan aprovechar ese calor extra [El Confidencial].

5.
Baja el radiador. Así de bueno o malo es dormir con la calefacción encendida. 
Esto es lo que dice la ciencia [Xataka Smart Home].

6.
La era OnlyFans. La plataforma social que más rápido crece representa mejor que nunca la economía de los creadores: 
el sexo es solo otro tipo de contenido que monetizar [The Washington Post, en inglés].

7.
Te echaremos de menos. Muere uno de los iconos de Apple: cómo surgió el iMac grande, cómo cambió y 
ahora termina olvidado [Applesfera].

8.
WhatsApp está más fuerte que nunca. La aplicación de mensajería más popular del mundo estaba en segundo plano para Mark Zuckerberg. Hasta ahora [The New York Times, en inglés].

Mangoconarroz, https://mangoconarroz.blogspot.com/ - Boletín Informativo Internacional,- es parte de una trilogía de blogs, cada uno con un objetivo y contenido diferente: éste evita los comentarios políticos partidistas: se centra en recopilar información interesante de Ciencia y Técnica, Social, Internacional, Alimentaria de diferentes fuentes así como temas actuales de salud.

Mangoconarrozdos, https://www.mangoconarrozdos.blogspot.com.es - alterna un Personaje público histórico, literario, etc. con un cuento de cualquier país;  una receta, las virtudes y características de algún alimento; notas sobre salud, poesía, literatura.

Mangoconarroztres,  https://mangoconarroztres.blogspot.com – publicará uno o más cuentos cortos; poesía escrita o declamada internacional, más información cultural general sobre ciencia y artes.

Se publican entre viernes y domingo de cada mes. Se hacen sin ánimo de lucro. No percibimos ingresos por ellos.

Si desea leer el texto completo debe ir al vínculo que mostramos en el tema. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son del Editor. El sentido de (…) y de… es indicar que se ha condensado la obra original. Los comentarios entre [ ] son del Editor. Nuestro boletín es posible por los servicios gratuitos de diferentes empresas internacionales de comunicación, los Alertas de Google, BBC,  Xakata, VOA, DW, Swissinfo, ARTE.tv y otras fuentes en las que confiamos. Gracias. 

free counters