viernes, 27 de febrero de 2015

109. “En Cuba me aguarda el final del círculo de mi vida.”

“...si yo quiero que la República sea amable, si yo quiero que los cubanos amen la Nación y la República, me importa muy poco que amen al Gobierno. El Gobierno es una cosa transitoria y la República es algo que debe ser inconmovible. El Gobierno se compone de personas que pasan. La República se compone de las leyes, de los sentimientos, de la historia que son duraderos. Amar a la República no implica amar a sus gobiernos.[1]Manuel Sanguily Garrite.

El autor de “La caverna de las ideas”, entre otras novelas, nunca ha regresado a la Isla, desde que salió con un año de edad. “Me he pasado la vida oyendo que soy español –dice en esta entrevista– pero mi hijo mayor insiste, que sí, que soy cubano” Por José Hugo Fernández. Fuente: cubanet.org

clip_image002LA HABANA, Cuba -José Carlos Somoza, nacido en La Habana, en 1,959, es un escritor con muy bien ganado éxito y prestigio internacionales. Por inusual concurrencia, sus novelas, a la vez que son asumidas como best seller por los lectores, resultan también fruto de un talento cultivado a partir de la frecuentación de los clásicos de todas las épocas (Shakespeare, Cervantes, Tolstoi, Stevenson, Dashiell Hammett, Philip K. Dick…) y de una proyección autoral que desborda los estrechos límites de los géneros para apostar únicamente por la buena literatura.

Desde su casa en Madrid, adonde fue llevado de muy niño por sus padres cubanos, ha tenido la gentileza de responder para Cubanet algunas preguntas acerca de las cuerdas emocionales que –conscientemente o no- aún le atan a nuestra Isla.

JHF: Desde la Grecia antigua hasta Nueva Zelanda, desde Japón a toda Europa… los escenarios de sus novelas abarcan gran parte del planeta. Sin embargo, hasta donde sé, no ha ubicado nunca a un personaje suyo en La Habana, ciudad donde nació. ¿Será que le han faltado motivaciones, o acaso se trata de una exclusión ex profeso, pues de algún modo le duele el lugar que -por motivos políticos- debieron abandonar sus padres cuando apenas tenía usted un año de edad?

JCS: Ambas razones han sido (y son) importantes para mí. Mi infancia se desarrolló en un clima familiar donde hablar de Cuba daba lugar a llanto, rabia y frustración, y por ello siempre he mantenido al margen ese país en mi vida. Digamos que lo he negado: lo he borrado del mapa de mi inspiración, porque para mí es la tierra en la que mis padres y abuelos hubiesen deseado vivir, pero no pudieron, y se lamentaron siempre por ello. Ahora todos ellos han muerto. Todos desearon al final ser incinerados y que sus cenizas fuesen arrojadas al mar, y eso he hecho. No querían dormir para siempre en España: querían que el mar los llevase lejos, acaso de nuevo a la Cuba que perdieron. Y de la misma forma que he arrojado las cenizas de todo aquello que amé, probablemente arrojé Cuba con ellos también. No sé si para siempre, pero sí por ahora.

clip_image004JHF: Me ha dicho un amigo: “al lado de José Carlos Somoza, Paul Lafargue* parece ser más cubano que Benny Moré”. Es posible que tenga razón, pero me pregunto y le pregunto a usted, ¿acaso en su condición como hijo de cubanos, no creció bajo la nostalgia recurrente de la Isla, de sus comidas, de su cultura, y en especial de su música y de las múltiples frustraciones ocasionadas por la revolución?

JCS: Crecí, como ya he dicho, en un ambiente de gran dolor y frustración, ya que se daba el caso de que mi padre, como tantos otros engañados y traicionados en esa Isla, era un notable opositor al régimen de Batista y apoyó a Castro desde el principio y tenía puestas sus esperanzas en él. No hay dolor mayor que el de quien se siente traicionado. Pero, naturalmente, mis padres siguieron siendo “cubanos” en España. Y aunque con el paso del tiempo evitaban hablar de Cuba y su política (entre otras cosas, debido al fuerte sentimiento pro-castrista de muchos españoles, muchos tan engañados o más de lo que mi padre había estado nunca), es cierto que la cultura, las comidas y la música cubanas siguieron formando parte de sus vidas, y de la mía, en cierto modo.

JHF: En librerías de “viejos” de La Habana (un mercado alternativo, por lo general) he podido comprar sus novelas “Clara y la penumbra” y “El cebo”. Sé que muy en especial la primera ha llamado poderosamente la atención de lectores habaneros. ¿No es posible (o no le interesa a usted) que sus libros lleguen a nuestras librerías de novedades, pertenecientes todas al Estado?

JSC: Mis libros, o al menos uno de ellos, ya llegaron a las mesas de novedades hace años. Alrededor de 2,001 o 2,002 me pidieron directamente desde la embajada cubana permiso –a través de su agregado cultural- para realizar una edición no venal [no destinada a la venta, entregada como regalo o reconocimiento] de “La caverna de las ideas”, mi obra más traducida y vendida en el mundo. Mi padre vivía por aquella época, y tanto él como mi esposa me desaconsejaron aceptar. Pero yo pensé que mis ideas y sentimientos no tenían que ser obstáculos para que el lector cubano conociese mi obra, si así quería, de modo que (tras alguna reunión de embajada con el agregado), terminé aceptando. Por supuesto, edición “no venal” significaba que yo no iba a recibir absolutamente nada pero que ellos sí podrían vender el libro sin problema alguno, como así hicieron (creo que varias ediciones). Yo lo asumí y no me importó. Pero decliné fervientemente la invitación extraoficial del gobierno cubano a asistir a la feria del libro de La Habana.

JHF: ¿Conoce lo que se escribe hoy en Cuba, en materia de literatura fantástica y de terror, las cuales alinean entre sus preferencias? ¿Conoce o frecuenta en general a los clásicos de nuestra literatura, ya que es usted un devoto de los clásicos? ¿Mantiene comunicación con escritores cubanos de adentro o de la diáspora?

JCS: Conozco a algunos escritores cubanos con los que a veces mantengo contacto. Algunos de ellos bastante amigos. En general, hemos coincidido casi siempre en la célebre Semana Negra de Gijón, donde tantos de nosotros nos hemos reunido, y casi todos ellos pertenecen a la diáspora. Nunca he hablado de Cuba con ellos, sin embargo, y la amistad que les profeso es independiente del tema cubano.

JHF: ¿Ha visitado La Habana, siendo ya un escritor de éxito internacional? ¿Le gustaría recorrer los sitios donde vivieron y donde alguna vez fueron felices sus padres?

clip_image006JCS: Nunca he regresado a Cuba desde que salí con un año de edad. De siempre mi esposa (que es española, como mis hijos) me ha instado a que recupere mis “raíces” alguna vez, sea esto lo que sea. Quizá lo haga algún día, no lo sé. No voy a negar que en Cuba me aguarde, probablemente, el final del círculo de mi vida. Es posible que necesite cerrar ese círculo, o esa herida que mantengo abierta como si se tratara de llevar una antorcha olímpica y ardiente entregada por mi familia. Es verdad que a veces siento ese pasado como una carga honda que necesitara abandonar por fin. Curiosamente, me pasé toda la infancia oyendo decir que yo era español, no cubano. Sin embargo hoy día, mi hijo mayor (que apenas conoce nada de esto ni fue involucrado nunca en cuestiones de nostalgia y pérdida como yo lo fui) insiste, quizá con cierta ironía, en que, en realidad, sí soy cubano. De modo que así me he quedado: con mis padres diciéndome que no lo soy y mi hijo diciéndome que sí. Y lo peor del caso: no tengo ni la menor idea de qué significa ser cubano.

[Añado: El escritor José Carlos Somoza partió de Cuba con un año de edad. Salvo en alguna de sus obras, es imposible que recuerde algo vinculado a ella. Su niñez fue la de un emigrante de primera generación, con el agravante del recuerdo permanente de sus padres no solo sobre su origen sino en qué se convirtieron sus sueños de una vida mejor para el pueblo cubano. Partieron pronto,- 1,960/61-, y deben haber sido como muchos que apoyaron la insurrección y la lucha contra la tiranía de Batista, profesionales calificados o empresarios.

De su experiencia posterior con los representantes del gobierno cubano afirma que “Yo lo asumí y no me importó. Pero decliné fervientemente la invitación extraoficial del gobierno cubano a asistir a la Feria del Libro de La Habana Realmente, sí le importó como demuestra el que declinará “la ferviente invitación” gubernamental. Esas son heridas de sal, que no cierran o lo hacen en falso. Sobre todo porque demostró que su padre y esposa tenían razón en no ser parte ni arte de “los compañeros de viaje” que aprovechan cuanto plato de lentejas les es ofrecido a cambio de silencio o tolerancia. Hizo, y hace bien, creo. “Para muestra basta un botón” expresa el refrán. Yo, a diferencia de Ud., quiero que mis cenizas se unan con las de mi hijo muerto en España y juntos en esta tierra que nos acogió, fertilicemos las acogedoras parras del patio.

José Carlos Somoza afirma que “no tengo ni la menor idea de qué significa ser cubano”. No se preocupe ni ocupe por ello. Lo sabrá para siempre no el día que sus cenizas lleguen a nuestras playas, sino cuando éste entre nuestro pueblo, en un carnaval en Santiago, escuche Lágrimas Negras en Cuba un fin de año, o tomando una “cañita” [vaso o jarra de cerveza] con cuatro “blanquitos”, tres negros y par de mulatos: haciendo cuentos, riéndose de la miseria y de los miserables. Compay: Usted es cubano. Déjese querer y lo sentirá. Su hijo tiene razón.

Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en las siguientes direcciones: http://www.amazon.com/-/e/B003DYC1R0; www.plazacontemporaneos.com Su blog en: http://elvagonamarillo.blogspot.com.es/

* Si le interesa conocer sobre la vida y obra del mulato cubano-francés, Paul Lafargue, senador de la República, dirigente de la Internacional, casado con una hija de Carlos Marx, participante en las barricadas francesas, organizador de los sindicatos españoles, abra este vínculo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Lafargue

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Boccaccio en La Habana. Por Leonardo Padura. Especial para BBC Mundo. Cuando en la década de 1,980 la producción cinematográfica cubana se benefició de la relativa bonanza económica del país y pudo multiplicar y diversificar sus realizaciones, la comedia (quizás podríamos desde ya calificarla como de "costumbres") pasó a ocupar un espacio importante en la labor creativa de varios directores cubanos.

…, se distinguieron por trabajar un humor que, aun cuando se proponía realizar ciertas críticas a determinados comportamientos sociales e individuales, no pretendían que su sello distintivo fuera una visión controversial con la realidad circundante, sino más bien su mirada irónica sobre actitudes y procesos de la vida ciudadana del país y de actitudes de los individuos.

clip_image008De aquel período son películas que, concebidas dentro de este género, hoy se pueden considerar entre los clásicos del cine cubano, y entre ellas puedo recordar Se permuta y Plaff, de Juan Carlos Tabío, Adorables mentiras, de Gerardo Chijona, o Los pájaros tirándole a la escopeta, de Rolando Díaz, cintas que con mayor o menor fortuna han resistido el paso de los años, pero que en todos los casos son testimonios válidos y reveladores de lo que fue una sociedad en la cual la vida cotidiana alcanzó una notable estabilidad que sufriría drásticas alteraciones en los años siguientes, esos que se inician con la crisis económica profunda del Período Especial, una época que, con otras peculiaridades, llega hasta este presente. Foto: Juan Carlos Tabío. BBC

En medio de esta tendencia epocal el director Arturo Sotto acaba de hacer su debut en el género. Ante todo sorprende la ruptura que esta comedia entraña con su trabajo anterior (sobre todo los filmes Pon tu pensamiento en mí y Amor vertical, ambos de la década de 1,990), caracterizado por una honda preocupación existencial, pues ahora Sotto no solo se desplaza hacia la comedia, sino que lo hace con un film que se propone, ante todo, ser un divertimento.

Tomando como punto de partida –o más bien como pretexto- los relatos clásicos de El Decamerón de Giovanni Boccaccio, la cinta titulada (con poca fortuna para mi gusto) Boccaccerías habaneras, se propone lanzar una mirada sobre algunos aspectos de la contemporaneidad cubana, por supuesto que desde los códigos y recursos de la comedia y con el propósito evidente de provocar la risa y la diversión, pero con la intención visible de ofrecer un atisbo que también se preocupa por ser un testimonio de una época y que, por tanto, no puede evitar ser incisiva y penetrante.

De tal modo, si bien los tres relatos que componen el filme tratan de transpolar a nuestra realidad el discurso satírico de Boccaccio, proponiéndose preservar algunas de las esencias y hallazgos del clásico italiano (tan increíblemente contemporáneo, tan sorprendentemente afín a los cubanos), la realidad insular domina de forma hasta tal punto decisiva en los argumentos concebidos por el propio Arturo Sotto que del pre-texto escogido llega a quedar muy poco, o lo hace de un modo muy transfigurado, que apenas nos permite evocar el conocido referente literario.

Así, las historias de cornudos, pillos, tramposos, intrigantes y mujeres hábiles del original se re contextualizan y trasmutan en un ambiente donde aparecen envueltos en la lucha por la supervivencia cotidiana y las carencias económicas, en la presencia del dinero como elemento recurrente en las motivaciones de los personajes, en el tratamiento del sexo concebido como negocio o asumido casi como deporte, en el ejercicio del engaño como actitud cotidiana para alcanzar la solución de los problemas e incluso en la mercantilización del arte practicada por el escritor que "compra" historias a personas capaces de vender hasta sus intimidades, recurso que da origen al filme.

Pero, al ser manejadas estas cuestiones como elementos episódicos o colaterales, ambientales o ineludibles, o como chistes que se agotan en sí mismos con la consecución de una risa, se echa de menos un discurso que las problematice y enjuicie, aun cuando resulta evidente que ese no era el propósito de Arturo Sotto al concebir esta obra…

No obstante, sin que se pierda la risa, la Cuba de hoy y algunos de sus conflictos están ahí, en esas Boccaccerías habaneras porque resulta prácticamente imposible hacer arte hoy en la Isla y solo mirar hacia las nubes.

Nuestra realidad es tan abarcadora y avasallante, nos afecta tanto en cualquier decisión o necesidad que, casi en cada acto de la vida y en cada ejercicio artístico aparece, se impone, domina.

DEL MUNDO TRAIGO UN CANTAR…

17 hechos que no sabías de Cuba Taringa.net

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[1] Citado por el historiador Octavio R. Costa.

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viernes, 20 de febrero de 2015

108. “La apertura cubana es un maquillaje”

“...si yo quiero que la República sea amable, si yo quiero que los cubanos amen la Nación y la República, me importa muy poco que amen al Gobierno. El Gobierno es una cosa transitoria y la República es algo que debe ser inconmovible. El Gobierno se compone de personas que pasan. La República se compone de las leyes, de los sentimientos, de la historia que son duraderos. Amar a la República no implica amar a sus gobiernos.[1]Manuel Sanguily Garrite.

clip_image002EL cantautor cubano Pablo Milanés, en Madrid. / ULY MARTIN

En esta entrevista concedida a EL PAÍS, mitad por vía telefónica, mitad de forma presencial, Pablo Milanés (Bayamo, 1,943) habla por primera vez en profundidad de los años que pasó en las UMAP, los campos de trabajo tristemente célebres donde en los sesenta fueron recluidos homosexuales, religiosos y todos aquellos que en Cuba no se adecuaban a los “parámetros revolucionarios”. Por Mauricio Vicent, 14/02/15.

Sobre el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU, el cantante y compositor dice que no ve verdadera disposición a “ceder” en ninguna de las dos partes y considera “un maquillaje” las reformas realizadas hasta ahora en su país. Sin embargo, sigue sintiéndose revolucionario y pone como ejemplo a seguir al ex presidente de Uruguay, José Mujica.

Este viernes por la noche acompañó a Víctor Manuel en su concierto 50 años no es nada y la semana próxima comenzará una gira por España para presentar Renacimiento, trabajo que llega siete años después de su último álbum y en el que Milanés rescata ritmos tradicionales de Cuba como el guaguancó, el son o el changüí, poco habituales en su repertorio. El año pasado el cantautor se sometió en España a un trasplante de riñón donado por su esposa, Nancy, y ahora parece rejuvenecido. Acaba de terminar un disco con José María Vitier y trabaja en dos nuevos proyectos, uno de ellos con su hija Haydee.

Pregunta. En el reciente Festival de Cine de La Habana se hizo un homenaje a García Márquez. Allí usted cantó Días de Gloria (1,999), una de las canciones que más gustaban al escritor y que en su estrofa final lamenta: “Qué es lo que me queda/ de aquella mañana/ de esos dulces años/ si en ira y desengaño/ los días de gloria/ los dejamos ir”. ¿Era un desengaño compartido? ¿Por qué tanta gente arrepentida?

Respuesta. Nunca hablé con Gabo de por qué le gustaba esa canción, pero la escuchó, le gustó y la elogió muchísimo… debió comprenderla perfectamente. Arrepentido no es precisamente la palabra. Estoy más bien, y creo que los que piensan como yo también, defraudado por unos dirigentes que prometieron un mañana mejor, con felicidad, con libertades y con una prosperidad que nunca llegó en 50 años.

P. ¿Por qué Renacimiento?

R. Este trabajo se llamó así por dos motivos: porque es un renacer en mi obra después de varios años sin publicar un disco, y porque la base fundamental de casi todos los temas es la música renacentista y barroca, esencial en mi obra. A partir de esos pilares exploro distintos géneros cubanos menos conocidos e incluso algunos más olvidados como el changüí, que es una variante específica del oriente cubano y con raíces más profundas en Europa y África. En muchos de los temas se combinan dos estilos musicales, transitando desde una primera parte clásica a un género más contemporáneo o esencialmente cubano en la segunda parte de la composición.

P. En las letras también hay cargas de profundidad. En Canto a La Habana dice: “La Habana siempre es mi guía/ Limpia y bonita como fue ayer/ mustia y marchita como está hoy.

R. La Habana es una de las ciudades más mágicas del mundo aun cuando se está cayendo. Es una canción de alabanza, pero al mismo tiempo contiene la tristeza por el hecho de cómo la han dejado caer en la “miseria y la soledad”, como digo en la canción.

Todavía espero que el Gobierno cubano pida perdón por la UMAP

P. En Dulces recuerdos se recrea el día en que se legalizó el Partido Comunista de España. “El recuerdo no marchita tu belleza de esa noche, / pero el tiempo se ha encargado de matar otros anhelos/ y me lleva hasta París 68, cuando juntos contemplábamos un cartel que nos decía: ‘Marx ha muerto, Dios no existe...”. ¿Vale también para Cuba?

R. Aquel día estaba en Madrid y sentí la euforia de aquella cantidad de gente que corría hacia la Cibeles a celebrarlo. Yo también lo celebré hasta la madrugada. Por mucha universalidad que tengan mis canciones, es raro que no incluya a Cuba, y naturalmente Cuba también está ahí y forma parte del fracaso del socialismo real, del que hablo en ese tema.

P. Recientemente recibió un trasplante de riñón, que donó tu esposa Nancy. ¿Cómo le ha cambiado la vida?

R. Me siento extraordinariamente bien, me hago exámenes mensuales desde el trasplante y todos los parámetros están cerca de la perfección. Naturalmente me ha cambiado la vida, y eso implica el sacrificio de un cambio radical de costumbres.

P. Ese acto de amor de Nancy…

R. Efectivamente, fue un acto de amor inconmensurable. Cuando Nancy decidió donarme su riñón lo expresó ante mis hijos, mis amigos y los que me querían, con una convicción que no tuvo reproches de parte de nadie; demostró a todos que ese acto de amor era intocable.

P. ¿Cómo valora el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU?

R. En primer lugar, me llenó de regocijo el regreso de los presos cubanos, porque aquí siempre existió la convicción de que el juicio en EE UU estuvo amañado. Luego viene el restablecimiento de las relaciones, que para los cubanos del interior y del exterior, sin duda, es conveniente por la unificación definitiva de muchas familias. Ahora, tras 18 meses de conversaciones secretas, donde se supone que llegaron a acuerdos, las declaraciones de los gobiernos de ambos países me dejan desconcertado. Cuba no cederá un ápice en su posición y EE UU penetrará en todos los ámbitos que pueda para el supuesto desarrollo de la nación cubana. Siguen enrocados. ¿A qué acuerdos llegaron los dos sí ahora se contradicen? Esa es mi duda: que ninguno ceda y que otra vez el pueblo cubano siga en su agonía sin salida, como está hace 50 años.

P. ¿Las medidas aperturistas en Cuba han tenido efectos positivos, o sólo han incrementado las desigualdades?

R. Ni una cosa ni la otra. Siempre he dicho que esas aparentes aperturas han sido un simple maquillaje. Hay que ir al fondo, al pueblo de a pie para ver que nada ha cambiado.

P. En recientes entrevistas se ha referido a su paso por los “campos estalinistas” de la UMAP y a cómo este hecho interrumpió su carrera. Hasta ahora nunca ha ahondado en lo que pasó. Puede contarlo hoy...

R. Nunca me han preguntado tan directamente sobre las UMAP (irónicamente Unidades Militares de Ayuda a la Producción). La prensa cubana no se atreve y la extranjera desconoce la nefasta trascendencia que tuvo aquella medida represora de corte puramente estalinista. Allí estuvimos, entre 1965 y finales de 1967, más de 40.000 personas en campos de concentración aislados en la provincia de Camagüey, con trabajos forzados desde las cinco de la madrugada hasta el anochecer sin ninguna justificación ni explicaciones, y mucho menos el perdón que estoy esperando que pida el Gobierno cubano. Yo tenía 23 años, me fugué de mi campamento —me siguieron 280 compañeros presos más de mi territorio— y fui a La Habana a denunciar la injusticia que estaban cometiendo. El resultado fue que me enviaron preso durante dos meses a la fortaleza de La Cabaña, y luego estuve en un campamento de castigo peor que las UMAP, donde permanecí hasta que se disolvieron por lo escandaloso que resultó ante la opinión internacional.

De allí, después de leerme Un día en la vida de Ivan Denisovich, de Aleksander Solzhenitsyn, que me envió un amigo, me di cuenta de que las ideas de un revolucionario no se desvían por los errores que cometen los dirigentes. De allí salí más revolucionario. La UMAP no fue un hecho aislado. Antes de 1,966, Cuba se alineó definitivamente a la política soviética, incluyendo procedimientos estalinistas que perjudicaron a intelectuales, artistas, músicos. Según la historia, en 1,970 comenzó lo que se llamó el quinquenio gris, y yo digo que realmente comenzó en 1,965 y fueron varios quinquenios.

P. ¿Y por qué después de todo esto siguió considerándose revolucionario y defendiendo la revolución?

R. El origen está en lo que significó Cuba en el año 59 para el mundo. Yo tenía entonces 15 años, y cuando profundicé en la realidad social de América Latina me convertí en un revolucionario. Esas ideas no solo cuajaron en mí, sino en todos los países latinoamericanos. Los ideales que profesábamos eran los más puros que se podían tener en aquella época. Otra cosa hubiera sido traicionar mi pensamiento, así que, aunque se cometieran errores, vi que había que defender la idea original... y todavía la defiendo. Yo asumo el pasado, y tengo claro lo que pienso. Apoyo la revolución ciudadana de Correa en Ecuador y la de Evo Morales. Y para mí el ejemplo más grande de revolucionario en América es José Mujica, encarcelado durante 14 años y después un hombre sin rencor, capaz de crear un Estado libre, soberano, no dependiente y próspero.

Hitos de Pablito:
- Fundador de la Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola.
- Autor de canciones inmortales como Yolanda, El breve espacio en que no estás o
Yo no te pido.
- Viajó por primera vez a España en 1,975 y desde entonces ha realizado giras casi todos los años.
- Ha editado 54 discos durante su carrera. Su último trabajo es Renacimiento.

Más:http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/13/actualidad/1423851530_536670.html

Información adicional en cada vínculo:

Una odisea del espacio Por Carlos Galilea.
Eumir Deodato apostó por su repertorio de jazz en el festival Pirineos Sur. La noche anterior fue cubana. Omara Portuondo -la de las lágrimas recogidas por Wim Wenders- es asidua. Tres veces recordaba haber estado ya en el festival: con Compay Segundo, Eliades Ochoa y Buena Vista Social Club. Cantó boleros como Dos gardenias y, a dúo con su nieta de diez años, Cachita, esa simpática canción de la década de los cincuenta del Cuarteto D' Aida. La arropa una solvente banda -músicos cubanos con hechuras de jazz- que dirige el guitarrista brasileño Swami Jr.

Pablo Milanés por su parte se presentó con ese trío que forma hace años con Miguel Núñez y Dagoberto González. Sus dos fieles escuderos crean una cómoda, probablemente demasiado cómoda, base orquestal electrónica, sobre la cual se mece la voz de un trovador que parece desganado. Hubo material de discos como Días de gloria o Regalo, y clásicos como Años, Para vivir o El breve espacio, pero le pasa al de Bayamo lo que a muchos cuyas canciones forman parte de nuestra memoria afectiva: las nuevas saben a poco.

Es Milanés hombre de afectos duraderos. Allí estaba, en la dirección escénica y pendiente de todos los detalles, ese personaje habanero que siempre ha proclamado su homosexualidad con entereza y dignidad,… Para conocer más, abra el vínculo.

Querido Pablo, tantos años después Por Fernando Neira.
Milanés convierte sus recitales madrileños en un ejercicio de fidelidad. Hay artistas que están por encima de momentos o circunstancias, personajes a los que las coyunturas les pasan de lado sin descolocarles un solo rizo de la cabellera. Pablo Milanés figura en esa restringida lista de afortunados.

“Cuba cambia, pero lo hace lentamente” Por Maurice Vicent.
El músico presenta su nuevo disco con el título provisional “Renacimiento”. Un trabajo en el que reflexiona sobre la cotidianidad cubana. Pablo Milanés acaba de terminar un nuevo disco en su estudio de La Habana y le ha puesto el título provisional de Renacimiento, lo que no implica que estemos ante un “Pablo distinto”, asegura, aunque sí más “reflexivo” al abordar los temas de “la cotidianidad cubana” y con un interés evidente por rendir homenaje a ritmos de mucho fundamento, aunque “a veces olvidados”, como el guaguancó, la conga o el changüí guantanamero, una de las semillas primitivas del son.

Pablo Milanés (Bayamo, 1,943) está de regreso. Y lo está por partida doble: porque vuelve con una decena de canciones nuevas casi cinco años después de Regalo, disco con una gran carga política y muy crítico con el estado de las cosas en Cuba, y también porque regresa a España a ofrecer varios conciertos después de la abrupta interrupción de su última gira, en marzo, tras ser operado de urgencia por una hernia umbilical.

Cómplices al fin Por Maurice Vicent.
Chucho Valdés y Pablo Milanés graban su primer álbum junto. Llegó la hora: Pablo Milanés y Chucho Valdés, por fin juntos en un disco. Después de varios años de enamoramiento y tanteos, por primera vez los dos músicos cubanos han aunado su experiencia y talento en un proyecto muy especial, en el que ambos son a la vez protagonistas y acompañantes. Son 11 canciones de diversos géneros -balada, fílin, vals, son- que Chucho compuso primero y a las que Pablo dio letra. Es la complicidad llevada a su máxima expresión: sólo piano y voz, ningún elemento más que distraiga de esta suerte. Chucho (Quivicán, 1,961) y Pablo (Bayamo, 1,943) llevaban tiempo tramando este choque de trenes. Si el primero es considerado uno de los grandes pianistas de jazz latino a escala mundial, Pablo es seguramente la voz más emblemática de la canción cubana.

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[1] Citado por el historiador Octavio R. Costa.

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jueves, 5 de febrero de 2015

107. Los médicos cubanos en Brasil.

“...si yo quiero que la República sea amable, si yo quiero que los cubanos amen la Nación y la República, me importa muy poco que amen al Gobierno. El Gobierno es una cosa transitoria y la República es algo que debe ser inconmovible. El Gobierno se compone de personas que pasan. La República se compone de las leyes, de los sentimientos, de la historia que son duraderos. Amar a la República no implica amar a sus gobiernos.[1]Manuel Sanguily Garrite.

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Hemos contactado con una médica cubana trabajando para el programa Mais Médicos en Brasil, quien por el momento prefiere que no publiquemos su identidad, para denunciar nuevas medidas por parte del Gobierno cubano contra los familiares de los médicos de misión en este país sudamericano. Foto cubanet.

Como acuerdo del programa Mais Médicos, Brasil les permite a los médicos de misión, solicitar una visa para sus familiares directos en Cuba por un período de 36 meses (tiempo que dura el contrato de los médicos) para que puedan residir sin problemas en el territorio brasileño. Gracias a esta posibilidad, muchos médicos de Mais Médicos han llevado a Brasil a sus familiares.

Recientemente, según denuncia la fuente, el Gobierno de Cuba ha comenzado a amenazar a los médicos advirtiéndoles que sus familiares tienen que regresar a Cuba después de un mes (sin importar el tiempo asignado en su visado) de visita en Brasil.

-El Ministerio de Salud Pública de Cuba, intentó frenar la salida de los familiares intentado que Brasil sólo les diera visa de turismo por un mes. Esto no ocurrió, pues son políticas internacionales de Brasil que aplican a todo el mundo. Ahora se informó que en febrero todos los que ya están aquí tienen que regresar, y los que recién llegaron, solo pueden estar un mes- resalta.

La razón del Gobierno de Cuba para tal medida, es que cuando los familiares de los médicos cubanos se enferman en Brasil, la OPAS (Organización Panamericana de la Salud, mediadora entre Brasil, el Gobierno de Cuba y los médicos) tiene que cubrir los gastos. Otra razón expuesta a los médicos por parte de las autoridades cubanas es que estos no rinden correctamente en su trabajo cuando están en compañía de los familiares.

-Los médicos en esta situación estamos muy molestos, no estamos de acuerdo y no pensamos regresar a nuestros familiares- señala la fuente.

Los familiares en Brasil ayudan al médico a estar en los lugares más remotos donde están trabajando (municipios a más de 500 kilómetros de las capitales rodeados de montañas). El esposo o esposa del médico ayuda en las labores de la casa, acompaña y sobre todo brinda apoyo emocional.

Según la ley migratoria en Cuba, cada cubano tiene derecho de permanecer legalmente fuera del país hasta 24 meses y el visado otorgado por Brasil a los familiares de los médicos contempla perfectamente este período.

Nosotros pagamos todos los gastos de viaje de nuestros familiares. El pasaje cuesta más de 1,000 dólares. Si el médico no manda al familiar para Cuba, el Gobierno tomará al médico como desertor”, explica la fuente.

Mais Médicos es un programa social de Brasil que contrata médicos de diferentes países, la mayoría cubanos. Brasil paga por cada médico 10,000 reales (unos 4,000 dólares). En el caso de los cubanos, Brasil paga esta suma al Gobierno de Cuba quien se queda con el 70% de esta cantidad y el resto lo entrega al trabajador cubano en Brasil. Esto sólo ocurre con los cubanos, el resto de médicos de otros países trabajando para este programa, reciben su salario íntegro.

-El ministerio cubano está presionando a los médicos que no quieren regresar a sus familiares con desligarlos del programa; así sin más explicaciones. Creemos que así será, pues en Cuba hay otros miles de médicos esperando la oportunidad de poder venir. ¿Hasta dónde llegará el abuso, la desconsideración y la falta de visión humana hacia el personal médico que aporta tanto al país? Para conocer más:

Médicos cubanos en Brasil reciben amenazas del Gobierno de Cuba Cubanet Tomado del blog de Yusnaby.

[Añado: ¿Por qué el Gobierno cubano continúa infringiendo sus propias y recientes leyes de migración? ¿Quién puede tener confianza o seguridad en un gobierno que incumple de manera abierta y estúpida sus propias normas? Además, NO SE VAN A QUEDAR salvo que les hagan intolerable el regreso a Cuba. No se quedarán porque para ejercer fuera del programa oficial hay que revalidar el título, conocer el idioma, ser admitido en el Colegio Médico correspondiente. Esto muy pocos médicos lo han logrado, tanto en Brasil como otros países incluidos los EE.UU.

Si el problema surge cuando los gastos sanitarios de los familiares los tiene que asumir otra organización exijan, cuando renueven el contrato, que lo haga una empresa y en él no incluya la posibilidad de invitar familiares, salvo que tengan seguro médico o asuma el costo el que invita, como en los EE.UU.

Lo dicho: dejen de jugar a mercachifles,- mercaderes de poca importancia-, creen el embrión de un ministerio de Hacienda, con impuestos sobre la Renta justos y Seguridad Social para los que trabajan fuera. ¿Quieren que el dinero fluya, entré y las personas sean confiables y libres? Entonces hagan las cosas como en cualquier otro estado civilizado.]

clip_image004Vista del puerto de Mariel, en La Habana. (EFE)

Cuba divulga informa-ción sobre frágil situación de sus finanzas externas Emol.com Cuba divulgó esta semana más información sobre la frágil situación de sus finanzas externas que en más de una década, mientras el gobierno busca... La cuenta corriente de Cuba mostró un superávit de US$ 1.000 millones el año 2,014, pero se reducirá a US$ 5 (¿mil?) millones en 2,015 cuando el país aumente las importaciones en un 13% para estimular el crecimiento, según el ministro de Economía, Marino Murillo.

Compare con la situación del año anterior: El déficit en la balanza comercial cubana aumentó en un 15% durante el año 2,013, convirtiéndose en el segundo mayor en el decurso económico del país en cinco décadas, revelaron cifras oficiales. Por Wilfredo Cancio Isla. diariodelasamericas.com

El reporte anual sobre los indicadores del comercio exterior de la isla muestra un decrecimiento del valor total de las exportaciones de $5.899,5 millones en el 2012 a $5.587,7 millones el pasado año, lo que marca una caída del 5,3%.

Mientras, las importaciones se dispararon de $13.868,8 millones a $14.778 millones, un alza de 6,6%.

Los datos fueron publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y recogen solo el comercio internacional de bienes, que incluyen mercancías, donativos y aprovisionamiento de naves y aeronaves. La balanza comercial (mercancías) hay que diferenciarla de la balanza total, que comprende tanto mercancías como servicios exportados. [Principalmente personal sanitario y otros profesionales de alta calificación.]

De acuerdo con el informe, el agravamiento de la balanza comercial escaló de $7.967 a $9.190 millones, el más abultado desde 2,008, que marcó un déficit comercial histórico de $10.500 millones.

La exportación de servicios de salud, educación y deportes, le reporta a Cuba unos $6 mil millones de dólares, muy por encima de los ingresos del turismo ($1.803 millones) y las ventas de níquel ($1.100 millones).

El plan de ingresos anunciado por el gobierno cubano -solo por servicios en el sector de la salud- para el 2014 asciende a más de $8. 200 millones de dólares, una cifra que se acerca al 40% de todos los ingresos por exportación del 2013. Para leer más:

http://www.diariolasamericas.com/america-latina/deficit-comercial-ahoga-cuba.html

DEL MUNDO TRAIGO UN CANTAR…

Cifra de cubanos que llegaron (a EE.UU.) en el 2,014 es la mayor en una década elnuevoherald.com

Cuba, la hora del deshielo elperiódico.com (España) [En España existe el sistema de comunidad de vecinos, dirigidos por presidentes rotativos electos. La comunidad decide qué se invierte y en qué aspectos de sus viviendas. Tiene un fondo colectivo y un Administrador. Todos están obligados por ley a contribuir. En Cuba, también existe una legislación parecida, lo que ocurre es que no ha aplicado y exigido nunca. Lo que no está autorizado está prohibido. Lea este artículo y juzgue.]

Cuba y EEUU, dos socios a pesar del embargo La Tercera (Chile) Las cifras de exportaciones del Departamento de Comercio norteamericano, convierten a EE.UU. en uno de los principales socios comerciales de La Habana. Pese al estricto embargo económico y comercial que EE.UU. impone a Cuba desde los años 60, ambos países tienen vínculos comerciales...

Conozca la Historia de Cuba: EL PAÍS QUE DESAPARECIÓ. O'Reilly: una calle del Distrito Bancario. diariodecuba.com Por FERNANDO DÁMASO.

clip_image006Calle de O'Reilly, hoy. (FD-DDC) Por el estado de alguno de sus tramos, la vía habanera recuerda antiguos nombres que tuvo: Del Sumidero y Del Basurero.

La calle O'Reilly, al igual que su vecina inmediata Obispo, se extiende desde la Avenida del Puerto, al costado del Castillo de La Fuerza, hasta la calle Monserrate, la oficialmente denominada Avenida de Bélgica. Debe su nombre a que, precisamente por ella hizo su entrada a la ciudad el general Alejandro O'Reilly, subinspector de las tropas españolas cuando la restauración de La Habana en 1,763, al producirse la retirada de las fuerzas inglesas de ocupación. Foto: diariodecuba.com

El general O'Reilly, después de culminar la organización del ejército, abandonó la Isla, viniendo a ella posteriormente su hijo, quien se instaló aquí y creó una familia cubana, que sobresalió por la posición importante que siempre ocupó, tanto durante la época colonial como durante la primera republicana, debido a los cargos desempeñados por algunos de sus miembros, así como por sus acciones benéficas a favor de la ciudad.

O'Reilly ha tenido diferentes nombres: Calle Honda, Del Sumidero, Del Basurero y De la Aduana. Los primeros nombres, por el mal estado del terreno y por los fines a que la destinaban los vecinos, y el último, por haberse encontrado situada en ella, en la proximidad de los muelles, durante algún tiempo, las oficinas de la Aduana. Oficialmente tiene el nombre de Presidente Zayas, pero muy pocos la conocen por éste.

Donde comienza, a su derecha, se encuentra el Castillo de La Fuerza. La fortaleza original se hallaba a unos trescientos metros de la actual, frente a la loma de Peña Pobre —después calle del mismo nombre—, cercana a la entrada de la bahía. Fue construida en 1,540, siendo gobernador Don Hernando de Soto. Desde su inicio la construcción fue considerada deficiente, tanto por su desventajosa ubicación como por sus instalaciones defensivas, llegándose hasta a decir que "de fortaleza sólo tenía el nombre".

clip_image007Sin embargo, en La Fuerza tuvieron lugar los amores trágicos del gobernador y su esposa Doña Isabel de Bobadilla, primera y única gobernadora que tuvo la Isla. Esta fortaleza fue destruida en 1,555, al sitiar el corsario francés Jacques de Sores el poblado. Posteriormente fue reedificada en el lugar que ocupa actualmente, habiendo sido iniciada su construcción en 1,558 por el ingeniero Bartolomé Sánchez, durante el gobierno de Diego de Mazariegos, y terminada por Francisco de Calona en 1,577, gobernando Francisco Carreño. Castillo de La Fuerza. Foto es.wikipedia.org

La Fuerza constituye la más antigua fortaleza habanera que aún se conserva, aunque una vez concluida, también fue severamente criticada por encontrarse ubicada en una posición desventajosa con respecto a las alturas de La Cabaña, tener un patio muy pequeño, faltarle escaleras, parecer sus puertas más de ciudad que de fortaleza, carecer de agua y tener el foso más alto que el nivel de las mareas, lo cual hacía difícil llenarlo. Debido al temor de un asalto a La Habana, en 1,587 llegó a la ciudad el nuevo gobernador Don Juan de Tejeda, acompañado del ingeniero militar Bautista Antonelli, siendo provista La Fuerza de ocho piezas de artillería de bronce, municiones, pólvora y cuerda, así como se le construyó una entrada encubierta a su alrededor.

La torre levantada en tiempos del gobernador Juan Betrián de Biamonte —1,630 a 1,634—, donde se colocó una veleta a manera de giralda, denominada La Giraldilla, que representa simbólicamente a La Habana, fue modelada en bronce por el artífice fundidor escultor Gerónimo Martín Pinzón en 1,631.

En 1,747 el gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega mejoró y embelleció la fortaleza. Mientras no se construyó la Casa de Gobierno, en ella residieron, desde 1,690 hasta 1,790, muchos gobernadores y capitanes generales de la Isla, siendo el primero Juan de Tejeda y el último el conde de Ricla. En 1,899 se instaló en ella el Archivo de la Isla de Cuba, el cual permaneció allí hasta 1,906, en que fuera trasladado al antiguo cuartel de artillería en la calle Compostela.

Desde 1,909 hasta 1,938, La Fuerza estuvo destinada a Jefatura de la Guardia Rural, Estado Mayor del Ejército y cuartel de un batallón de artillería. En 1,938 se trasladaron a ella los fondos de la Biblioteca Nacional, institución que funcionó allí hasta el 21 de febrero de 1,958, en que se ubicó en su edificio propio en la Plaza Cívica. [Plaza de la Revolución]

Después de numerosos contratiempos, en que peligró su permanencia, La Fuerza fue restaurada y convertida, primero en Museo de Armas y, al trasladarse éste a la fortaleza de La Cabaña, en Museo de la Cerámica. Junto con La Punta y El Morro blasona el escudo de la ciudad. Frente a su muro perimetral, junto al Palacio del Segundo Cabo, se encuentra la estatua del rey Fernando VII, que antes estuvo emplazada en el centro de la Plaza de Armas, ahora temporalmente retirada por reparaciones en el lugar.

De los Prácticos del Puerto al Harris Brothers: Donde comienza O'Reilly, a su izquierda, se encuentra el edificio de los Prácticos del Puerto, ahora en reparación, y frente a él, un pequeño parque con un sencillo monumento que recuerda a los marinos cubanos muertos durante la Segunda Guerra Mundial.

Ya en la calle Baratillo se halla el conjunto formado por El Templete, la Columna de Cajigal y una ceiba, en el lugar en que, según la tradición, se celebraron la primera misa y el primer cabildo, dejando fundada la ciudad de La Habana en el año 1,519.

clip_image008Cuenta la historia que en 1,754, el gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega ordenó talar la ceiba que allí existía, levantar la columna que lleva su nombre, la cual sostiene una imagen de la Virgen del Pilar, y sembrar alrededor de ella tres ceibas. En 1,828, por orden del gobernador Don Dionisio Vives, se talaron las tres ceibas, se plantó una y se edificó El Templete, de estilo neoclásico, que contiene en su interior tres cuadros del pintor francés Jean Baptiste Vermay, radicado en la Isla en 1,816, que muestran la primera misa, el primer cabildo y, en el centro, su inauguración oficial por el obispo Espada, en presencia del gobernador, los aristócratas y notables de la ciudad. En el centro del recinto interior se encuentra la urna que contiene los restos de Vermay y de su esposa. El conjunto fue restaurado por los arquitectos Govantes y Cabarrocas en 1,927. Foto es.wikipedia.org

Continúa el lateral de la Plaza de Armas y, frente a ella, la edificación que fuera Casa de Correos y Palacio de la Intendencia o del Segundo Cabo, la cual constituye uno de los dos edificios levantados a los lados de la Plaza, de los cuatro que se había propuesto el gobernador Marqués de la Torre.

El inmueble se edificó en 1,772, también bajo la dirección y, se cree, según los planos del coronel ingeniero Antonio Fernández de Trevejos. Aunque se conoció inicialmente como Casa de Correos, inmediatamente se instaló en ella el Intendente de la Real Hacienda, cargo de reciente creación entonces. Años más tarde, la Real Hacienda ocupó todo el edificio y, cuando a fines de 1,853 fue declarada anexa la Superintendencia General de Rentas a la Capitanía General, se dispuso que el Subinspector Segundo Cabo se estableciese allí. El primero en ocupar el cargo fue Don Miguel Altarriba en 1,765, y después Alejandro Ramírez en 1,816, adquiriendo mayor importancia a partir de 1,821, en que fue ocupado por Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva.

Durante la época republicana, el Palacio del Segundo Cabo se convirtió en Palacio del Senado y, en 1,926, fue restaurado por los arquitectos Govantes y Cabarrocas. Al edificarse el Capitolio Nacional en 1,929 y trasladarse el Senado a éste, pasó a ser la sede del Tribunal Supremo de Justicia hasta 1,952, cuando se trasladó al Palacio de Justicia construido en la Plaza Cívica. Entonces fue ocupado por las Academias de Historia, Nacional de Artes y Letras y Correspondiente Cubana de la Lengua, así como por la Sociedad Geográfica de Cuba. Después de 1,959 ha sido sede de la Comisión Nacional de Conservación y Restauración de Monumentos Nacionales y del Instituto Cubano del Libro. En este momento, después de una reparación parcial, se ha anunciado que será instalada en él la sede del Centro de Interpretación de las Relaciones Culturales entre Cuba y Europa.

Entre las calles Tacón y Mercaderes se encuentran, a la izquierda, el lateral del antiguo Palacio de los Capitanes Generales o Casa de Gobierno, actual Museo de la ciudad, y a la derecha , la Papelera O'Reilly, oficinas de la Empresa Cuba Tabaco y el restaurante Dominica.

En la manzana formada por las calles O'Reilly, Obispo, Mercaderes y San Ignacio, existe un edificio moderno construido entre 1,956 y 1,958, al cual en las calles Mercaderes y O´Reilly se le han hecho cambios, tratando de recordar la edificación existente en la época colonial: la iglesia y el convento de San Juan de Letrán, también conocidos como de Santo Domingo, por ser éste el fundador de la Orden de los Predicadores.

Esta iglesia y convento fueron construidos alrededor del año 1,600, habiendo sido reconstruidos en 1,777. Tanto la puerta principal de la iglesia como la del convento daban a la calle O'Reilly. En este convento se fundó en 1,728 la Real y Pontificia Universidad de La Habana, bajo la advocación de San Gerónimo y la dirección de los dominicos. Al ser expulsados éstos en 1,841, el gobierno español instaló en el convento al Cuerpo de Ingenieros del Ejército y, en 1,842, fue laicizada la Universidad, cambiando su nombre por el de Real Universidad Literaria, permaneciendo allí hasta 1,899.

En 1,863 también se estableció, en la parte que da a la calle Egido, el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, permaneciendo en el lugar hasta que se construyó su edificio en la manzana de las calles Zulueta, Monserrate, Teniente Rey y San José. En 1,898, al regresar los dominicos, a cambio del convento y de la iglesia, recibieron la parroquia de El Vedado, construyendo después también la iglesia de San Juan de Letrán en la calle 19.

En 1,917 la vieja edificación se vendió a particulares y comenzó su demolición hasta que, por la calle Mercaderes, se edificó un edificio moderno, cuyo estilo armonizaba con el del Palacio Municipal que se alzaba al frente, pero éste y los últimos restos de la iglesia y del convento fueron demolidos a finales de los años 50, para construir el edificio de la Estación Terminal de Helicópteros. Al producirse el cambio de poder en 1959, la edificación fue utilizada para oficinas públicas, después como Ministerio de Educación y actualmente como Pontificia Universidad de San Gerónimo.

A partir de la calle San Ignacio se encuentran el Café O'Reilly, construido en 1,898, y la Casa Víctor Hugo, dedicada a promover actividades culturales. En la esquina con la calle Cuba, el hermoso edificio que fuera The Bank of Nova Scotia y, cruzando ésta, el Hotel Marqués de Prado Ameno.

clip_image010En la esquina de la calle Aguiar, el Bar Bilbao y, más adelante, Sargadelos, dedicado a la locería fina. A medianía de la calle Habana, en el número 363, el local convertido en un deprimente establecimiento de productos normados, donde estuvo la Casa Potín y, entre las calles Compostela y Aguacate, donde estuviera el Convento Santa Catalina de Sena hasta 1,918 en que se trasladó para El Vedado, el edificio de The National City Bank of New York, actualmente ocupado por el Banco Metropolitano, y el denominado La Metropolitana, que perteneciera a la Organización Godoy-Zayán, dedicada a los seguros, la capitalización y la banca, hoy totalmente deteriorados todos sus pisos superiores, sin puertas ni ventanas, donde se utiliza solo su planta baja, y cuya puerta por la calle Aguacate ha sido tapiada, para evitar que los locales sean ocupados por ciudadanos necesitados de vivienda. Foto: palabranueva.net

Entre las calles Villegas y Bernaza se encuentran el que fuera el local del denominado bufete de las tres C —Carlos Miguel de Céspedes, José Manuel Cortina y Carlos Manuel de la Cruz— en estado de deterioro y, en mal estado, los antiguos locales de Giralt, del restaurante Casa Tesla, de la óptica Folch, de Abelardo Tous y Cía, importador de víveres, y de La Casa de las Maletas. Enfrente, la entrada posterior de la tienda Harris Brothers. Aquí termina O'Reilly, al desembocar en Monserrate.

La calle O'Reilly, rescatada su impronta colonial en la Plaza de Armas y en sus alrededores, resulta agradable. Después, perdidas por abandono y derrumbes muchas de sus edificaciones, tanto coloniales como republicanas, presenta sectores en los cuales el mal estado de la misma y de sus aceras, más los malos olores existentes, recuerdan sus antiguos nombres de Del Sumidero y Del Basurero.

Habiendo formado parte, junto con Aguiar, Cuba, Obispo y otras calles aledañas, del denominado Distrito Bancario de La Habana, la mayoría de los sólidos y elegantes edificios construidos como sedes de los bancos y de las organizaciones financieras, se encuentran en estado deprimente, algunos remodelados arbitrariamente, y otros dedicados a usos para los cuales no fueron diseñados.

Todas estas desgracias acumuladas, más la desidia e irresponsabilidad de las autoridades gubernamentales durante años, han producido el vergonzoso estado en que se encuentra una de las calles más importantes del denominado casco histórico de la ciudad. Hoy se encuentra totalmente cerrado al tránsito vehicular, mientras se realizan reparaciones en sus redes soterradas. Sería conveniente que, una vez concluidas, no se repitiera el triste caso de Obispo, la cual una vez reparada y adoquinada, ha sido sometida a múltiples reparaciones parciales en sus redes soterradas, que la han deteriorado nuevamente.

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[1] Citado por el historiador Octavio R. Costa.

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