domingo, 29 de octubre de 2017

196. El Asesinato Perfecto.

Oswald [“fue capturado apenas 8 minutos después del atentado” y] asesinado dos días después de disparar contra Kennedy. Foto Reuters.

La visita de Lee Harvey Oswald a la embajada de Cuba en México y otros misterios ocultos en los documentos secretos sobre el magnicidio de John F. Kennedy en EE.UU. BBC Mundo. 23 octubre 2,017.

(…) El actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, anunció el pasado sábado [21] que permitiría la publicación de los archivos que aún permanecen clasificados como secretos en torno a la investigación de esos hechos. Una ley aprobada en 1,992 estipuló que, a menos que el presidente se opusiera, los documentos serían publicados, en parte o en su totalidad, el 26 de octubre de 2,017. Son más de 3 mil folios, apenas el 1% de los más de 5 millones que ya han sido desclasificados en los últimos años; pero que, para muchos historiadores, pueden revelar algunas de las claves más interesantes de lo que sucedió el 22 de noviembre de 1,963 en Dallas, Texas.

La tarde del 22 de noviembre: Ese día, según la versión oficial, Lee Harvey Oswald, un empleado del almacén Texas School Book Depository, cargó un fusil Carcano M91/38 de 6,5 milímetros y, desde un sexto piso, descargó tres disparos contra la limusina en la que viajaba el presidente. Kennedy moriría poco después, tras el impacto de dos balas, una de las cuales le atravesó la cabeza.

Oswald fue capturado apenas 8 minutos después del atentado, pero no pudo ser enjuiciado. Dos días después de su captura y dos días antes de que declarara ante un juez, Jack Ruby, un gánster de Dallas, le disparó cuando iba a ser trasladado a otra comisaría y lo mató.

(…) Las conclusiones publicadas por la Comisión Warren, encargada de investigar el caso, lejos de traer certezas, destaparon nuevas sospechas. (…) Una solicitud de varios medios de EE.UU. el pasado año, amparada en las leyes de libertad de prensa y de acceso a la información, obligó al Archivo Nacional, celoso protector de esos folios, a revelar el índice de los textos clasificados. El documento dio más ala al misterio en torno a la muerte de Kennedy, por revelar algunos detalles desconocidos hasta ese momento.

Aquí te presentamos cuatro de los más curiosos que podrían aclararse con la desclasificación del próximo jueves.
-La estadía de Oswald en la Unión Soviética: Poco antes de cumplir 20 años, en 1,959, con el dinero que había ahorrado antes de abandonar la Marina, el señalado de ser el asesino de JFK se embarcó a la Unión Soviética.

"Era tanta su pasión sobre ese país que había aprendido ruso por sí mismo", explica a BBC Mundo Larry Sabato, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Virginia y autor de The Kennedy Half-Century, una investigación en torno a los hechos de noviembre de 1,963.

Al parecer, Oswald sentía tanto entusiasmo por el comunismo que, desde que pisó suelo soviético, averiguó cómo podía hacer para obtener la nacionalidad de ese país. De hecho, se presentó a la embajada de EE.UU. para explicar que deseaba renunciar a su ciudadanía.

En la Unión Soviética se casó con Marina Prusakova, una joven de 19 años con la que luego regresaría a EE.UU.

"Lo que pasó con Oswald en la Unión Soviética es todavía una interrogante. ¿Fue el final de su proceso de "radicalización"? ¿Se gestó allí la idea del asesinato de Kennedy?, es un punto que traería muchas luces", asegura a BBC Mundo Patrick Maney, profesor de historia presidencial en el Boston College.

-La visita a las embajadas de la Unión Soviética y de Cuba en México: Dos meses antes del asesinato de Kennedy, el 26 de septiembre de 1,963, Oswald se fue de viaje a la Ciudad de México. Tomó un bus en Houston hacia la frontera sur y habló en el trayecto con algunos pasajeros. Les comentó que planeaba viajar a Cuba. Al llegar a la Ciudad de México el 27 de septiembre, solicitó una visa de tránsito en la embajada de Cuba y les explicó a los funcionarios que su destino final era la Unión Soviética.

"Hay evidencias de que Oswald se reunió durante ese viaje con agentes de la inteligencia soviética y cubana. Qué se habló allí quizás nunca lo sepamos, pero lo cierto es que el viaje a México revela ciertas claves importantes para lo que pasará después", explica Maney. "¿Se decidió allí el asesinato? Es una de las respuesta que sería interesante conocer", asegura Sabato.

De acuerdo con Maney, tanto la CIA como el FBI tuvieron conocimiento de la visita de Oswald a las embajadas y sus encuentros con el personal de inteligencia de cada una. "Estaba bajo el foco de las dos agencias", asegura. Entonces, ¿por qué ninguna actuó?

-Lo que sabían la CIA y el FBI: "Con estos antecedentes, una de las preguntas fundamentales y sobre las que no hemos tenido mucha información en los documentos desclasificados es hasta qué punto el gobierno de los EE.UU. sabía o podría/debería haber sabido de los planes de Oswald antes del asesinato", afirma Sabato.

"Va a ser muy interesante ver qué más sabía el FBI y la CIA sobre la amenaza que representaba Oswald. Y eso llevará una nueva pregunta: ¿por qué no actuaron para evitarlo?", agrega.

Maney, por su parte, cree que detrás de este punto se encuentra una de las principales razones por las que las agencias de inteligencia se opusieron durante más de 50 años a la desclasificación de los documentos.

"No creo que los nuevos documentos ofrezcan información que cambie lo que sabemos hasta hoy del asesinato, pero creo que una clave como entender el mal trabajo de las agencias en este caso puede ser relevante", comenta.
Pero ¿por qué EE.UU.se negó por tanto tiempo a hacer públicos los archivos de la investigación? "Básicamente, porque puede revelar la incompetencia en aquel momento de las principales agencias de investigación de EE.UU.", considera Maney.

El académico, que descarta una posible implicación de la CIA o el FBI en el asesinato, como han sugerido algunas teorías, cree que la principal responsabilidad de esas agencias fue su "mal trabajo". "El asesinato pudo probablemente evitarse, había datos que llevaban a pensar que eso podría ocurrir. Y sencillamente, no le prestaron atención. Quizás no por complicidad, sino por procedimientos equivocados", explica.

-Los vínculos con Cuba: Una de las teorías conspirativas que se tejió en torno al asesinato de Kennedy desde la década de 1,960 tuvo que ver con Cuba y con la revolución castrista.

Por un lado, los que afirman que Castro estuvo detrás del tiroteo y, del otro, quienes aseguran que estuvieron precisamente los que se oponían al gobierno de la Isla y a un posible acercamiento entre La Habana y Washington.

El propio Trump fue uno de los que apoyó esta última corriente, cuando durante su campaña presidencial acusó al padre del senador Ted Cruz de tener vínculos con el señalado como asesino de Kennedy.

De hecho, una de las interrogantes que más causan curiosidad a Sabato es en qué medida George Joannides, el oficial que sirvió de vínculo entre la CIA y el comité del senado que investigaba el asesinato, mintió o evitó revelar detalles sobre los vínculos de la agencia y los cubanos anticastristas con quienes se había afiliado Oswald.(sic)

Y es que Joannides fue el responsable de la CIA encargado de dirigir y financiar el Directorio Revolucionario Estudiantil, un grupo de exiliados cubanos cuyos oficiales tenían contacto con Lee Harvey Oswald en los meses previos al asesinato de Kennedy. Pero ¿qué hacía Oswald entre los cubanos anticastristas si se declaraba defensor del comunismo? "Por lo que he investigado, creo que puede haber una conexión entre los intentos de la CIA de asesinar a Castro y el asesinato de Kennedy. Oswald sabía de esos intentos y pudo haberse sentido motivado para asesinar a Kennedy en represalia", afirma Maney.

Sin embargo, no cree que los nuevos documentos darán más información al respecto. "Creo que la razón porque los documentos se han mantenido clasificados es porque pueden revelar información sobre espías que EE.UU. pudo haber tenido en otros países y sobre detalles sobre los procedimientos que el Servicio Secreto emplea para proteger a un presidente. Pero estas son sólo corazonadas. Habrá que ver qué dicen el próximo jueves", concluye.


Sobre esta información: El Asesinato Perfecto.

Kennedy tenía 46 años en el momento de su muerte. Foto: AFP

El de John F. Kennedy debió ser uno de ellos: esos que no tienen a quien imputar. No lo fue porque se encontró un culpable: Lee Harvey Oswald, detenido, casualmente, cuando estaba escondido en un cine ocho minutos después de los disparos y,- oportunamente-, asesinado por un gánster dentro de una comisaría de policía donde, supuestamente, debían existir medidas extremas de protección para el detenido y limitación de acceso absoluto.

Es evidente que Oswald era un agente provocador poco hábil y menos creíble. “Poco antes de cumplir 20 años, en 1,959, con el dinero que había ahorrado antes de abandonar la Marina… se embarcó a la Unión Soviética.” "Era tanta su pasión sobre ese país que había aprendido ruso por sí mismo", nos informa Larry Sabato, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Virginia. Su súbita pasión fue tanta que no sólo lo llevó a estudiar ruso, sino también a pagar de su escaso bolsillo el pasaje de ida y vuelta a la URSS, además de asumir los gastos de visa, estancia, manutención e incluso matrimonio con una rusa que, posteriormente, emigró con él a los EE.UU.

Para el profesor Patrick Maney es una interrogante lo que ocurrió en la URSS con/o a Oswald. Para mí, es evidente que la KGB no se tragó tanta pasión de un joven veinteañero convertido por sí mismo en convencido soviético, sin haber dado muestras anteriormente de esa convicción. Sencillamente, se lo quitaron de arriba como un provocador, un iluso sin valor político y un posible problema, tomando buena nota de su presencia.

En el asesinato de Kennedy, Oswald es un peón sin importancia. Usado y sacrificado. Su muerte estaba decretada desde el momento que se presentó en la embajada cubana en México. Si Cuba no podía entregarlo, era porque lo protegía. Las entradas y salidas de Oswald estaban grabadas por más de una agencia de inteligencia, no sólo el FBI y la CIA, como igualmente existía constancia de sus entrevistas con soviéticos y cubanos, tal y como recoge el profesor Maney: “Tomó un bus en Houston hacia la frontera sur y habló en el trayecto con algunos pasajeros. Les comentó que planeaba viajar a Cuba.” Tanta charlatanería no es casual: se trata de dejar constancia de su destino y lugar. Por si fuera poco, “"Hay evidencias de que Oswald se reunió durante ese viaje [septiembre/63] con agentes de la inteligencia soviética y cubana.” Oswald era un cadáver ambulante.

Por otra parte, la muerte de Kennedy se inscribe en una cadena de hechos trascendentes para EE.UU. y Cuba que comienzan:
1) con la organización por parte del gobierno de Eisenhower de una fuerza de cubanos, financiada y dirigida por la CIA para derrocar al gobierno cubano, tal y como se hizo con Castillo de Armas en Guatemala y con otros muchos gobiernos “molestos”. Kennedy se encontró con “el muñeco armado”. A gusto o disgusto, permitió su desarrollo, pero cuando se produce el fracaso de la invasión, no autorizó el uso de la FF.AA. de EE.UU. para apoyar a los miembros de la Brigada 2506, la que es derrotada en 72 horas, con más de 1,300 prisioneros. Tanto la CIA, como los cubanos anticastristas, se sintieron traicionados y abandonados.

2) Cuando se produce la Crisis de los Cohetes en octubre de 1,962, el Dr. Fidel Castro Ruz y todo su equipo de confianza fue mantenido al margen de lo que realmente se trata de hacer: una jugada estratégica para lograr paz para Cuba a cambio de nada por los soviéticos. Cualquiera que sea el juicio que merezca en el futuro Nikita Jruschov, él y su gobierno montaron una eficaz campaña de desinformación sobre su poder atómico real y sus intenciones en Cuba. Los cálculos de los EE.UU. sobre la fuerza atómica de la URSS eran quince veces superiores a la realidad, como se ha demostrado posteriormente. Además, fue tan burdo poner instalaciones de cohetes en cruces de carreteras, no enmascarar las instalaciones, que las agencias de Inteligencia debieron alertar que se trataba de un bulo, una jugada de engaño, de la cual la primera víctima fue el Dr. Fidel Castro Ruz, que creyéndose la patraña envió a Nikita la carta donde pedía una acción atómica preventiva contra EE.UU., propuesta que rechaza Jruschov en términos a los que no estaba acostumbrado el Dr. Castro donde, entre otros reproches, le expresa: “considero esta proposición suya como incorrecta, aunque comprendo su motivo.”

Kennedy se comprometió a detener los ataques a Cuba, hizo un acuerdo bilateral con los soviéticos y, poco después, inició conversaciones a través de terceros, para mejorar las relaciones con la Isla. Está información se filtró, como era de esperar, añadiendo leña al fuego contra el Presidente que, además, tenía otros problemas internos con las grandes transnacionales en aquel momento. El día en que es asesinado estaba programada una conversación de alto nivel para iniciar dichas negociaciones. La muerte de Kennedy era conveniente, necesaria, no sólo para los cubanos anticastristas, simples peones en este juego mortal, sino también para soviéticos por la posible pérdida del lugar estratégico importante que tenían, así como para las fuerzas más conservadoras de los EE.UU. que veían con desagrado la política liberal de los Kennedy.

Oswald solo fue el instrumento para justificar el ataque a Cuba y cambiar la política nacional e internacional de los EE.UU.

Los ataques contra Cuba no se detuvieron por el compromiso de Kennedy, porque los gobiernos tienen intereses, no compromisos éticos. Reagan montó de nuevo operaciones con la CIA contra gobiernos latinoamericanos, especialmente contra los sandinistas. No se hizo contra Cuba porque ya no era un factor de importancia militar y porque las fuerzas anticastristas en el exterior y en el interior de la Isla, estaban divididas, no tenían fuerza política ni económica. Unos se habían convertido en políticos cubanoamericanos; otros en pequeños grupos que vivían, salvo honrosas excepciones, del financiamiento de la Oficina de Intereses de los EE.UU.

Por último y volviendo al comienzo, Oswald con sus antecedentes soviéticos y cubanos era un objetivo del Servicio de Seguridad Presidencial, que no quedaría inadvertido como un empleado del almacén Texas School Book, Depository, situado en un sexto piso. Oswald no se distinguió nunca como tirador, mucho menos experto. No es posible disparar un fusil Carcano M91/38 de 6,5 milímetros tres veces y acertar dos contra un objetivo en movimiento a 500 metros. Otros lo hicieron.

La investigación de la Comisión Warren demostró la falta de organización, disciplina y organización del servicio de protección del Presidente. Esa es otra historia.

Los “papeles” del Caso Oswald no dirán algo nuevo. Si existieron, desaparecieron hace muchos años, incluidos los implicados en los hechos. Los gobiernos y sus agencias no dejan cabos sueltos.


Extracto del cable de Nikita Jruschov al Dr. Fidel Castro Ruz:
Usted nos propuso que fuéramos primeros en asestar el golpe nuclear contra el territorio del enemigo. Usted, desde luego, comprende a qué llevaría esto. Esto no sería un simple golpe, sino que el inicio de la guerra mundial termonuclear.
“Querido compañero Fidel Castro, considero esta proposición suya como incorrecta, aunque comprendo su motivo.
“Hemos vivido el momento más serio, en que pudo desencadenarse la guerra termonuclear mundial. Evidentemente, en tal caso los EE.UU. sufrirían enormes pérdidas, pero la Unión Soviética y todo el campo socialista también sufrirían mucho.
“En lo que se refiere a Cuba, al pueblo cubano, es difícil incluso decir en general con qué eso podría terminarse para él. En primer término en el fuego de la guerra se quemaría Cuba. No hay ninguna duda de que el pueblo cubano lucharía valientemente, pero que perecería heroicamente de eso tampoco hay duda”, dijo Nikita Jruschov a Fidel Castro en una carta cable fechada el 27 de octubre de 1,962.



“No es suficiente”.  De la película “La Singular Historia de Juan sin Nada”. Por Regina Cano. Foto s/autor.

HAVANA TIMES – En la capital habanera se pasa de memoria a memoria (USB), un audiovisual muy atractivo, sobre todo,  para originarios de Cuba, el cual se titula La Singular Historia de Juan sin Nada.

…esta especie de documental -que fue realizado por crowdfunding y otras ayudas-, tiene como centro temático al personaje de Juan, quien es ciudadano cubano, habita en la Isla y vive sólo de su salario.

La trama transcurre a través de testimonios, principalmente de personas de la capital, un narrador en off e imágenes históricas de archivo, que abarcan el período desde el triunfo de la Revolución (1,959), hasta los días en que se realizó el audiovisual (2,016).

Sobre este vínculo: era nuestro artículo de fondo, pero la extensión del importante tema precedente nos obliga a dejarlo como vínculo. Se lo recomendamos. Nada es exagerado, ni mentira. Sólo la triste realidad de cada día para los Juan sin Nada cubanos.

“… Juan también cree que vendrán cambios económicos importantes. Y que puede ser un paso de avance a su fatídica situación económica”.

“…Con esa particularidad que tienen los naturales de esta isla, Juan se sentará a esperar que lleguen tiempos mejores”. [¡Algún día volverán, pero no con este tipo de desgobierno!]


DE CUBA Y PARA EL MUNDO TRAIGO UN CANTAR…
En Camagüey reabre céntrico paladar “1800 ” tras ser liberado su propietario Yusnaby Post. Foto s/autor. El 1,800 ha molestado y seguirá molestando por alcanzar las más altas calificaciones en las páginas especializadas de ocio y viaje a nivel internacional, especialmente en TripAdvisor, una de las más seguidas por el Ministerio de Turismo de Cuba. Resulta que su dueño permaneció por más  de diez meses encarcelado y ahora, de repente, regresa a lo suyo y reabre su negocio. [Merece la pena abrir el vínculo para conocer cómo son las cosas en la Cuba de Juan Sin Nada.]

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Frases célebres: 


Fuente: Pinterest

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