CASA SEGURA. Por Aldo Rivero Palenzuela.
A las dos de
la tarde, Alejandro se baja de un
ómnibus. Su rostro ensimismado es ajeno a la claridad
que el sol proyecta en los portales,
donde algunos descansan
un rato. Hace mucho tiempo que eso no le ocurre. ¡Si no almuerza, cómo rayos va a tener siesta!
Mientras se aproxima al edificio 316 de la calle Figueroa,
imagina el rostro de su madre en uno
de aquellos seis espaciosos balcones. Por un instante, escapa de sus ojos una mirada tierna... No... Ella está muy lejos de este lugar, al que la familia
de Ramón se ha mudado después del acoso de la policía a la casa de Factoría.
Éste vive allí con sus dos hermanos menores y con su vieja, Berta, que ha sido una
madre para todos los compañeros de su hijo. El apartamento no tiene diferencias constructivas con los restantes, pero si
un detalle interno que lo define radicalmente de los otros… una habitación vacía, sólo amueblada
con colchonetas en el piso,
que sirven de albergue provisional a compañeros perseguidos por
los cuerpos represivos de la tiranía.
Berta es la encargada
de atenderlos durante su estancia,
estableciendo además, medidas de protección y aviso ante la posible irrupción del enemigo: consiste
en una lámpara encendida en el techo del balcón.
Alejandro ha descuidado cumplir con esta elemental medida de seguridad
y, para su desgracia, es el momento en que la policía
ha tendido la red en esperando confiada, la caída de los peces en su trampa.
Desde lo alto, la tragedia es inminente
para la madre de Ramón que ha visto el movimiento realizado por los autos y policías vestidos de civiles y conoce el arribo de Alejandro, al que percibe cuando está a
pocos metros de la entrada
del edificio.
¡Corre, corre! grita desde el
balcón, con el valor y la entereza que la caracterizaron
hasta los últimos días de su vida, sin pensar en el peligro que acarreaba su acción.
Se encuentran a pocos pasos uno
del otro, por lo que extrae su 45 (pistola)
cruzando hacia la acera contraria, encorvándose detrás de los autos,
agachado y protegido
por ellos, dispara
contra el enemigo,
que no tarda en ripostar.
Su fuego preciso produce un espectacular destrozo en
los parabrisas de los carros,
restando deseos de apoderarse de la presa, al parecer fácil, a sus perseguidores que, ahora con muchísimas precauciones para su seguridad, se mueven lentamente.
Toma la primera guagua (ómnibus) que acierta pasar. Se
encuentra jadeante, sudoroso, encabronado y molesto consigo
mismo por no haber prestado atención a la señal de peligro. Su principal preocupación es ahora aquella a
quien, con su valor, debe la vida...
¿Qué será de ella?
Le parece estar perseguido todavía. Ha recibido una
lección que con firmeza, se propone tener siempre presente. Cambia
de ómnibus con precaución: se siente un poco más tranquilo.
Decide dirigirse a casa de La China, en Lawton,
magnifica compañera que es, además,
esposa de otro combatiente del Movimiento. Ahora bien alerta, s e
b a j a dos cuadras antes de su destino.
Como siempre, es recibido con cariño. Se sientan
en la sala y narra lo ocurrido.
¡Qué clase de mujer es Berta! Ya deben haber registrado la casa... ¿A quiénes habrán detenido?, ¿Habrá
hablado alguien? ¿Ramón estaría con ella?
Eran las frases que se entrecruzaban entre ellos.
-China, dame un vaso de agua fría, que
he corrido y sudado como si hubiera
estado dando pico y pala al sol. Toma, insaciable, el agua que le han traído, reparando
ella en lo sudado y cansado que parece
el joven.
-Date un baño, mientras voy a prepararte algo de comer...
El pequeño
apartamento sólo tiene
dos cuartos. En la habitación del matrimonio, se quita los zapatos, toma una
toalla, que se pone sobre los hombros y penetra descalzo
en el baño.
El agua fría le devuelve el sosiego. Comienza a
secarse cuando le parece escuchar unas voces
quedas en el interior de la casa y, con ese instinto
del perseguido, con los sentidos tensos,
sigilosamente abre unos milímetros la puerta...
Están registrando la casa...
Un mulato alto y grueso,
de abundante bigote,
está levantando el colchón de La China. La muerte le sigue
los pasos.
Sin hacer el
menor ruido, cierra la puerta, se pone los pantalones y la camisa corriendo. Sobre la tapa del tanque de agua está la pistola que toma y como una serpiente, se escurre por la ventanita horizontal, saliendo al pasillo interior,
empapado en agua y descalzo.
En
una situación normal, no habría podido atravesar la ventanita jamás. Pero el miedo y la determinación son buenos vecinos y hacen que casi todo sea posible.
Tropezó con
una señora de venerable aspecto, que
lo miró asombrada de pies a cabeza, tal vez suponiendo una infidelidad
conyugal, como diciéndole: Este es un lugar de personas decentes
y no sitio para andar en esos
trajines... Por supuesto, ganas ni
tiempo tenia para entrar en explicaciones.
Logró salir a una pequeña calle de
escalones, que le hace recordar a la de Padre Pico, en
Santiago. Apresuradamente la
desciende, mientras con los
dedos se peina lo mejor posible continuando de prisa secándose la cara con el
pañuelo, como si solo se tratara de sudor.
Dobla en la primera esquina y penetra en una calle sombreada a ambos lados por
frondosos y bellos álamos, que brindan
su fresco a lindas casitas
construidas en serie. Avanza y
ve a media cuadra un Oldsmobile 56, de color gris perteneciente a la Marina de Guerra.
Cautelosamente observa
que al timón está sentado
un viejo marinero
negro, como de cincuenta
años, de uniforme blanco, comprueba que no porta pistola. Medio dormido, con una mano sobre el timón,
la otra colocada de almohada bajo la cabeza recostada a la ventanilla, roncando pacíficamente.
Casi le causa risa el pensar en el susto que está a punto de recibir.
Seguro que el jefe debe estar cerca y él
sabe que la espera es para largo rato.
-Arranca inmediatamente o te agujereo todo.
No hizo falta más.
Se lanza sobre las llaves y arranca el carro, peor que si hubiera recibido los insultos del jefe. Había
desaparecido la imagen
de placidez. Ahora parecía
que hacia cuarenta y ocho horas que no dormía. La respiración jadeante, los
ojos muy abiertos que, con disimulo, observan el arma, asustado, sudoroso.
Al recorrer unas cuadras, para disminuir la tensión,
le dice... -Mira, marinero. Yo soy prófugo del Príncipe; me andan buscando para
arrancármela, pórtate bien y ayúdame, que sólo así vas a salir de esto.
-No hay problemas, estudiante, no hay problemas… ¿Qué
es lo que tengo que hacer? Pero, por tu madre, no te pongas nervioso, echa pá
allá la pistola esa, que se te va a ir un tiro y vas a desgraciar a un negro,
padre de familia.
-No vayas a intentar hacer señales
con las luces si nos cruzamos con una perseguidora, porque te rompo. ¿Está
claro? - Yo no estoy loco, estudiante. Me alegro, marinero, dale para 16 y Dolores.
Más calmado o resignado, observa que el marinero lleva
puesto unos lustrosos zapatos negros de hebillas plateadas. Interiormente,
siente un poco de pena, pero no le queda más remedio que decirle: -Negro, lo siento, pero tuve que salir
echando (huyendo) y perdí los zapatos en la carrera. Me hace falta que me
prestes los tuyos. Seguro que te los devuelvo un día.
-¡Santa Bárbara bendita!, ¡Hasta los zapatos me
quieres quitar! Marinero, no jodas, que
yo soy el que va a perder la cabeza si la policía me ve sin zapatos por ahí.
Anda, suelta los tacos.
Maldiciendo por lo bajo, el buen negro accede a darle
los zapatos. Por fin, es de nuevo un hombre vestido completo, casi seco, ahora
que se aproxima a su destino inmediato. Presiente que ha llegado el momento de
leerle la cartilla al chofer. Este ha sido un día fatal.
-Cuando lleguemos a 16 te detienes,
parqueas normalmente, despacio. Yo me bajo como si fuera un amigo tuyo y con la
misma pones el carro en directo y te pierdes. Como te vea mirando pa atrás o
frenar, ahí mismo se va a armar la balacera y tú serás el primer muerto, pa que
te enteres.
Aquel hombre, con los enormes pies envueltos en medias
de nylon, mira tristemente por última vez sus perdidos zapatos. Siente pena por
ello, pero no tiene otra alternativa. - Pierde
cuidado, estudiante... Pierde cuidado...
Hemos llegado. El marinero, despacio, cumple lo
acordado, saliendo muy rápido de allí, pero sin despertar sospechas, hundiendo
sus pies descalzos, hasta lo último del acelerador.
Siento que por este día he tenido suficiente. No puedo
más y sólo ansío llegar hasta la casa de Violeta, aquel lugar protector de
Pocito y Tejar, en el legendario Lawton. Esa
siempre fue una casa segura.
Entre murciélagos, el sexo oral es
natural - National Geographic Por Eva van den Berg. La especie se
alimenta de frutas silvestres y cultivadas; también del néctar de algunas
flores. Pensábamos que el sexo oral era una práctica exclusiva
de los humanos y que puntualmente se daba en algunos de nuestros parientes
primates, pero resulta que es común entre ciertos murciélagos frugívoros.
[Que se alimenta de frutas.] Leer más.
Presidente de Bielorrusia llama a
comprar medicamentos a Cuba y la India ante negativa de EEUU.
oncubanews.com El presidente de Bielorrusia,
Alexander Lukashenko, llamó a comprar medicamentos a Cuba y la India, si EE.UU.
no los vende a su país como resultado de la Guerra
de Ucrania, en la que Minsk está alineada con Moscú. Leer más.
Cuba está abierta a convocar en su
selección a jugadores de las Grandes
Ligas. - SwissInfo EFE El nuevo presidente de la Federación Cubana, Juan Reynaldo Pérez, aclaró
que esta apertura será solamente con los beisbolistas que “quieren y aman a la pelota cubana”. Leer
más. [Desde luego, será la Federación la que decida quienes aman a la
pelota cubana. ¡Mal comenzamos!]
VIDEO: Cuba se queda sin recambios
rusos para... - Euronews para sus viejos coches
por las sanciones occidentales. Francisco
Pérez es mecánico y lo sabe de primera mano. "El Lada va a estar muy afectado. En Cuba hay muchos Lada. El 90% de los
carritos particulares son Lada. Y el Lada se consigue a través de Rusia. Si
ese mercado se para mucha gente se verá afectada. Porque hay cosas que hay que
pueden cambiarse, pero otras tienen que ser originales". [Lada, parecido
al Fiat 124.] Leer más.
El gigantesco impacto que explica el misterio de la diferencia entre
las caras de la Luna derivan
del gran impacto que... BBC. Redacción. La cara visible está cubierta de los
llamados mares lunares, que aparecen como grandes manchas oscuras que revelan
antiguos flujos de lava. En la cara oculta, en cambio, casi no se ven estos
mares. El motivo de esta diferencia, sin embargo, ha sido un misterio. El lado
cercano de la Luna alberga
una anomalía de composición conocida como el Terreno Procellarum KREEP
(PKT, por sus siglas en inglés): una concentración de potasio, elementos de
tierras raras y fósforo, junto con elementos que producen calor como el torio,
explicó la Universidad de Brown en su comunicado. Leer más. [Estos elementos son esenciales para el desarrollo
tecnológico actual, por lo que pronto veremos instalaciones para explotarlos,
tal vez procesarlos in situ y
reenviarlos a la Tierra. ¿Hablarán chino?]
Más cerca de un tratamiento para el
alzhéimer gracias a la genética. Nationalgeographic.com Por J.M.
Sarduní. Un estudio internacional ha revelado el hallazgo de 75 regiones del genoma asociadas al
alzhéimer de las cuales 42 son nuevas y que hasta ahora nunca se habían
relacionado con esta enfermedad. Leer
más.
Se trata, sin dudas, de una de las arterias más
transitadas de la capital cubana, aun cuando no sea la más turística ni la más
renombrada, ni sus aceras brinden muchas oportunidades para protegerse del
castigo del sol. Ver más fotos. [Confieso que no reconozco muchos
lugares. Sí el cruce de Zanja y Belascoín, donde estaba La Mía, una funeraria, y el excelente Siglo XX donde se hacían
sándwiches cubanos que no he vuelto a probar.]
Cuba no está aceptando deportaciones de
EEUU, dice ICE El Nuevo Herald. Por Nora Gámez Torres. En el año fiscal 2,022
que comenzó en octubre, 20 cubanos se repatriaron voluntariamente a la Isla,
pero el gobierno cubano “no ha aceptado
ninguna deportación de ICE a través de vuelos comerciales o chárter”, dijo
al Herald un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de
EE.UU., ICE. En el mismo
período, más de 46 mil cubanos han llegado a la frontera de EE.UU. con México, en
un éxodo impulsado por la represión de la disidencia y el caos económico en la Isla. Leer más.
Cuba muestra su disposición a dialogar
con Estados Unidos El Nuevo Herald. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, mostró este
martes (5) la disposición de su país para dialogar con su “adversario” EE.UU., pese a las históricas diferencias entre ambas
naciones. Leer más.
República Dominicana endurece
requisitos para el ingreso de cubanos. El Nuevo Herald.
(…) anunció este lunes 11 nuevos requisitos para los cubanos que lleguen de
tránsito al país, debido a un incremento de viajeros de esa nacionalidad.
Leer más.
Se espera que la inflación sea un golpe
duro. El Nuevo Herald. Uno de los pronósticos del banco de inversión UBS es
que la inflación al consumidor alcanzará 8.5% en marzo. Esto supondría un nuevo máximo
en 40 años y el doble de la tasa de hace un año. Leer más. [Es el mismo problema en todo el mundo. Los de menos ingresos
son quienes más sufren esta situación.]
Aceite cubano: la escasez, millones de
dólares después oncubanews.com Por Lucia Rojas. Cuba importa aceite
refinado a granel para envasarlo en plantas ubicadas en La Habana y Camagüey;
y compra, además, soja en grano para producirlo en la única fábrica del
país, que funciona en Santiago de Cuba. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), el gasto en importación de soja
supera los 300 millones anuales en todas sus formas: en grano —para
procesarlo en la planta de Santiago de Cuba que extrae el crudo— y la
torta. Mientras, en este 2,022, la tonelada (t) de aceite se ubica por
encima de los mil dólares, y la de grano supera los 600. Leer más.
Cubanos en la Isla pueden recibir
ayudas económicas de... El
Nuevo Herald. Las ayudas, que se ofrecen tanto en Moneda Libremente
Convertible (MLC) o en pesos cubanos, pueden solicitarse
si cumple requisitos como tener
un pasaporte español vigente y mostrar pruebas de que se carece de recursos en
el momento de pedir la asistencia.
Leer más.
Pol Pot, el genocida camboyano -
Historia National Geographic Por
J.M. Sadurní. Corría el año 1,970, cuando con el apoyo de EE.UU., el general
camboyano Lon Nol perpetraba un golpe de Estado para hacerse con el poder,… Los
Jemeres Rojos,… (Los jemeres fueron la antigua civilización de aquel país,
un pueblo capaz de crear monumentos tan impresionantes como los templos de
Angkor), tenían un nuevo enemigo al que enfrentarse. Los combates se prolongaron hasta abril de 1,975,
momento en que los rebeldes entraron en la capital del país, Phnom Penh. Mientras
esto sucedía, el general Nol huía de Camboya con un millón de dólares bajo el
brazo. “En Toul Sleng fueron asesinadas más de 20 mil personas. Tan sólo siete pudieron salir
con vida de aquel campo de exterminio”. Leer más. [Los
fanáticos no tienen ideología: simplemente hacen lo que dictan los tiranos.]
Próxima edición: 2da quincena de mayo.
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