Monumento a Carlota en Matanzas (Yenli Lemus/cadenagramonte.cu). Foto de cubanet.org.
Texto condensado de oncubanews.com Por Odette
Casamayor. […] Nos cuentan Aisha K. Finch y Manuel Barcia en Rethinking
Slave Rebellion in Cuba y West African Warfare in Bahia and
Cuba, respectivamente, lo que de las vidas de las dos guerreras
consiguieron hallar, tras revisar pacientemente en el Archivo Nacional de Cuba los testimonios de la
insurrección liderada por ambas en noviembre de 1,843.1 Pues,
con Carlota, encabezó Ferminia la sublevación de esclavos iniciada en los
ingenios Triunvirato y Ácana, que se extendiera después a otras
plantaciones azucareras en la zona que actualmente ocupa el municipio Limonar,
en Matanzas, Cuba.
Como a Carlota, se apoda a Ferminia “Lucumí”, refiriéndose a su origen yoruba. Lo cual no es dato
menor para Barcia y Finch, que
asocian este probable origen con el espíritu altamente belicoso de las dos
mujeres. Particularmente al referirse a Ferminia, reproducen los historiadores testimonios
que describen la saña con que ajusticiaron a sus enemigos y la energía con que
condujeron a los rebeldes.2 Atribuyéndole quienes las vieron
pelear un carácter masculino, ha llegado a nuestros días la hipótesis de su presunto
lesbianismo, e incluso de la posible relación amorosa que podrían haber
mantenido. ¿Por qué no?
Pero, ¿cómo probarlo? O ¿cómo negarlo? Podría argüirse que Carlota tuvo
familia, que en algún momento estuvo casada (la cantante del Conjunto
Folklórico Nacional, Carlota
Teresa Polledo Noriega, era tenida por una de sus descendientes).
Mas es este (un) argumento que tampoco habría de aportar
absoluta solidez. La sexualidad siempre ha sido fluida, la única verdad la llevan en el cuerpo quienes
intercambian liquidez y caricias. Lo demás permanecerá opaco.
Aunque lo que realmente
entorpece el discernimiento sobre la sexualidad de Ferminia y Carlota son otras
circunstancias, principales: el sujeto esclavizado no era dueño o dueña de su
cuerpo, mucho menos de sus sentimientos; los hijos de una mujer
esclavizada no eran cabalmente propios; procrear, en algunos casos, constituía
una obligación, parte del trabajo y razón por la que fueron compradas; contraer
o no matrimonio, a veces, decisión de sus propietarios.
Esta opacidad en torno a la sexualidad de las insurrectas no
es la que debería sin embargo detenernos al recordarlas, sino el hecho de que resulte tan
cómodo vincular el carácter guerrero de estas mujeres con su hipotética
masculinidad y, dado que los testimonios datan del siglo XIX, con cierta
monstruosidad.
Leyendo a Finch y Barcia, tropezaba una y otra vez con el
espanto filtrándose en las deposiciones que permiten reconstruir los violentos
hechos de la rebelión en Triunvirato
y Ácana: cómo exigía Ferminia a gritos que le dieran una
mandarria para desencadenar a otros esclavos, o cómo Carlota ordenaba ultimar a
machetazos a los mayorales y sus familias, e incluso se ocupó ella misma de
acabar con algunos.3 El pavor no invade sólo los testimonios
de los sobrevivientes blancos, también el de otros esclavos. En sus
descripciones, Carlota y sobre todo Ferminia, parecen monstruos cuya rabia
resulta ininteligible. Por eso, cabría pensarse que echar mano a la masculinidad
de las dos mujeres, para algunos considerada como una desviación sexual,
funciona aquí como fácil estrategia para explicar lo incomprensible.
Carlota
y Ferminia son demonizadas porque su agencia transgrede demasiados niveles del
imaginario social: eran esclavas y esa condición las despojaba de toda
humanidad, por lo que no se esperaba de ellas ni la rebelión, ni la capacidad
estratégica para organizar y dirigir enfrentamientos, ni que pudieran liberarse
a sí mismas y a los suyos; eran, además, mujeres. ¡Mujeres negras!
Mujeres negras con la misma rabia que en su célebre ensayo
de 1,981, The Uses of Anger,- Los
usos de la ira-, presentaba Audre Lorde como ineludible y necesaria,
constitutiva de nuestra experiencia como mujeres silenciadas y nunca
debidamente reconocidas, que tienen que sobrevivir a pesar de moverse en un
mundo que da por sentada nuestra falta de humanidad. Aludía Lorde a una “sinfonía de la rabia”, no una cacofonía,
pues nos ha tocado aprender a orquestar nuestra furia para no autodestruirnos;
hallando la manera de usarla para fortalecernos y ganar conocimiento en nuestra
vida cotidiana.4
Mas la agencia de Ferminia y Carlota es sólo improbable y “monstruosa” si se piensa en estas
mujeres bajo la comprensión del mundo —la cosmología— que dominaba la sociedad
colonial y que casi dos
siglos después se mantiene hegemónica en las Américas. Y esa visión
impide reconocer las cosmologías propias de los sujetos esclavizados, todo lo
que supuestamente habían tenido que dejar en África para a la fuerza ser
convertidos, en las Américas, en los sujetos “natalmente alienados” que describe Orlando Patterson.5 Nadie
sabe con certeza quiénes fueron Carlota y Ferminia, antes de ser así
bautizadas, cuál fue su experiencia en África, en qué sociedades se formaron.
Por eso es para Barcia y Finch esencial extenderse en torno al hecho de que se
les consideraba “lucumíes”, lo cual
podría vincular la fiereza que se les achacaba con el belicismo que pudieron
experimentar y posiblemente protagonizar mientras aún vivían en África. En
particular es Manuel Barcia quien se demora explorando las guerras acaecidas en
territorios yorubas a finales del siglo XVIII, que definitivamente determinaron los conocimientos
militares de muchos africanos secuestrados en aquella zona y lanzados a los
navíos de la Trata trasatlántica. Carlota y Ferminia pudieron haber
estado entre esos yorubas guerreros; tal vez, incluso, puede que hayan
integrado el ejército de las famosas amazonas del Dahomey.6
Pero es sin dudas menos engorroso explicarse las cualidades
bélicas de las dos mujeres negras utilizando alguna situación extraordinaria,
relegándolas al misterio y la monstruosidad, a reconocer su estirpe, su
historia, sus valores. ¿No
fue acaso examinado el cráneo de Antonio Maceo para explicar cómo era posible
que un afrodescendiente contara con la inteligencia y el coraje del general
independentista?7 ¿Cómo entonces podrían ser concebidas las
hazañas de Carlota y Ferminia si no es asociándolas a la “masculinidad”? Puede
que fueran en efecto amantes, puede que no. Lo que sí eran es camaradas en
la lucha. Lo verdaderamente incontestable es que, como afirma Aisha
Finch, las dos mujeres negras desestabilizaron el imaginario social al romper
la identificación comúnmente mantenida entre “insurrección esclava y cuerpo masculino”, anulando la imbricación
que suele establecerse entre los “tropos*
de liderazgo, organización y masculinidad.”8 [*2. Tropo: 2. m. Retórica. Empleo de las palabras
en sentido distinto del que propiamente les corresponde, pero que tiene con
este alguna conexión, correspondencia o semejanza. Metáfora. DLE.RAE.ES.]
La rabia de las mujeres negras no entra fácilmente en la
fábula nacional. Quienes producen la Historia, escogiendo los hechos y los
actores y tejiendo la narrativa con que ha de ser reproducida, por lo general
permanecen impávidos ante mujeres como Carlota y Ferminia. Y ya para cantarle a las negras de
Cuba hasta tuvimos a Nicolás Guillén y su alboroto de batas rumberas y
metáforas zoológicas y vegetales, asegurando jubiloso que el vientre de la
mujer negra sabía más que su cabeza y tanto como sus muslos.9 Pocos,
en fin, saben qué hacer con nosotras, cómo ubicarnos dentro del imaginario
nacional.
Es cierto que Carlota fue utilizada en 1,975 para nombrar la
operación anticolonialista cubana en Angola. Pero esta exaltación de sus hazañas
en cierto modo envuelve un simbolismo amargo: se reconoce su valor sólo para
enviarla fuera de Cuba, de regreso a África. La imaginación de esa travesía
por alguna razón me devuelve a la memoria aquellas burlas racistas de la
infancia, cuando mis compañeros de clase con frecuencia me gritaban que “volviera a África.”
Yo
entonces sentía rabia. La misma, tal vez, de Carlota y Ferminia. Una
sinfonía que no nos abandona, que todavía nos nutre y empuja hacia adelante. Y
es que desafortunadamente aún podríamos gritar, podríamos golpear, a coro con
la voz rauca [ronca] de la brasileña Elza Soares, que “la carne más barata del mercado es la carne negra.”
Notas: 1 Barcia, Manuel. West African Warfare in Bahia and Cuba. Soldier Slaves in the Atlantic World, 1807-1844, Oxford, Oxford University Press, 2014 y Finch, Aisha K., Rethinking Slave Rebellion in Cuba. La Escalera and the Insurgencies of 1841-1844. 2 Finch, 144-151. 3 Finch, 147-148. 4 Lorde, Audre. Sister Outsider: Essays and Speeches. Berkeley: Crossing Press, 1984, 129. 5 Patterson, Orlando. Slavery and Social Death: A Comparative Study. Cambridge, MA: Harvard University Press, 1982, 10. 6 Barcia, 130. 7 Bronfman, Alejandra. Measures of Equality. Social Science, Citizenship, and Race in Cuba, 1902-1940, Chapel Hill & London, North Carolina UP, 2004. 8 Finch, 145. 9 “Tu vientre sabe más que tu cabeza / y tanto como tus muslos. / Esa / es la fuerte gracia / de tu cuerpo desnudo”, 150.
Fuente condensada: https://oncubanews.com/opinion/columnas/con-tinta-negra/la-rabia-de-ferminia-y-carlota/?
Nota del Editor:
hemos seleccionado el artículo de oncubanews.com porque versa más sobre la lucha por la
libertad de los esclavos que sobre supuestos sexuales entre ambas guerreras,
además de la amplia bibliografía de autores. No conocía está insurrección
ni a sus dirigentes. Sigo
sin saber el alcance y final de la historia narrada. Hechos no probados
en el artículo de cubanet.org Si le interesa puede consultarlo: https://www.cubanet.org/opiniones/la-historia-censurada-de-la-esclava-carlota/
Carlos Lage reaparece tras más de una
década y dice que... aún cree en el socialismo. cubanet.org “Ante cualquier disyuntiva que se
presente en el futuro, cualesquiera que hayan sido las causas estaré del lado
que beneficie a la revolución”. Leer más. [Carlos
Aurelio Lage Dávila es un
ejemplo de cómo el medio y el poder degradan los valores de los seres humanos si
no hay ética y control de su actuación. Cuando lo designaron Primer
Secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), restableció el orden y organización
interno en la dirección, terminando con los privilegios que Roberto Robaina
había establecido. Austero, trabajador, sencillo, era un ejemplo real de un
dirigente honrado. Posteriormente lo promovieron a Secretario del Consejo de
Ministros y Vicepresidente del mismo. En una época muy dura, acudía ¡en bicicleta! al C.
Central. Poco a poco se fue dando cuenta de que allí existían los mismos “privilegios” y prebendas que en la UJC
cuando el promovido a Ministro de Relaciones Exteriores la presidía… comenzando
entonces él a aplicar la sentencia popular: “Yo soy comunista,
pero no comemierda” (idiota). Repartió coches,- autos-, apartamentos
y prebendas a su familia y a cuantos se lo pidieron, cometiendo el grave error
de comenzar a conspirar con Felipito Pérez Roque cuando éste sustituyó al
sancionado Robaina que hizo y deshizo lo que quiso, además de ¡consultar a un
santero*! si permanecería como ministro de R. Exteriores. [* Santero:
6. m. y f. Cuba. Persona que cree o practica la santería (ǁ sincretismo entre
creencias africanas y la religión católica). DLE.RAE.ES.]
Junto
con Otto Rivero y su cuadrilla, constituían los “nuevos cuadros” para sustituir a los “ineficientes”. Otto y sus compinches fueron los encargados por el
Dr. Fidel Alejandro Castro Ruz para reparar 70 hospitales ¡al mismo tiempo!,
algunos,- como el Infantil-, en “reparaciones”
desde hacía quince años. Tenían
más poder que los ministros, los cuales debían atenderlos de inmediato o el
Comandante los llamaría a contar. Resultado: Se robaron y
vendieron hasta los clavos. Celebraciones en el Internacional de Varadero con Tarjetas Black pagaderas por el Consejo
de Estado. Terminaron presos como tantos otros y muchos más que, por su nivel,
sólo han pasado al “Plan Pijama*”. [*Reclusión domiciliaria extrajudicial.]
Lage
y Felipito, el cacatúa, sólo pretendían suceder al Dr. Fidel A. Castro Ruz. No
tuvieron en cuenta que ese cargo no era para ellos mientras el Comandante Raúl
Castro Ruz estuviera en activo.
¡Claro que Lage puede creer en el
socialismo, o mejor dicho, en la socialdemocracia! Lo que no es
aceptable es que repita el mismo cantico fracasado de hace 20 años. Eso es
hipocresía, falta de valor personal y ética. Lamento que haya llegado a
esto. Si desea ampliar: https://www.cubanoticias360.com/carlos-lage-pide-cambios-profundos-en-cuba-en-primera-aparicion-publica-tras-destitucion/
Más de 60 mil turistas rusos viajaron a
Varadero desde abril Cibercuba.com Se prevé que en diciembre entren por
el aeropuerto de Varadero más turistas rusos que los que viajaron en el mismo
mes de 2,019. Leer más. [¿Cuántos cubanos disfrutaron de Varadero este año?
312 protestas en septiembre: Sigue
creciendo el descontento. cubanet.org “Recurrentes cortes de electricidad fueron
recibidos en las casas con conciertos de cacerolas vacías (31 en 11
provincias) lo cual inscribe esta
tendencia en las nuevas modalidades de protesta que hacen difícil la represión
directa”,… Leer más.
Guardacostas de EEUU repatrían a 32 cubanos y detienen a presunto traficante.
EFE La Guardia Costera de EE.UU. repatrió a 32 inmigrantes cubanos, producto de dos interceptaciones
en aguas del Caribe, y arrestó a un sospechoso de tráfico de personas,
señaló este jueves (21) la institución en un comunicado.
Próxima edición: cuando la salud lo permita.
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